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June 22nd, 2025

22/6/2025

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La restauración de la adoración

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  • ¿Cómo comienza el proceso de restauración? Estamos recorriendo el libro de Esdras para aprender cómo Dios restaura a su pueblo. Estoy convencido de que estamos en necesidad de restauración. Nuestras vidas necesitan restauración. Nuestras familias necesitan restauración. Nuestra iglesia necesita restauración.
  • ¿Por dónde, entonces, comenzamos? En la vida, el primer paso en un proceso no siempre es obvio. Por ejemplo, imaginemos a alguien que quiere construir una casa. Si nunca ha visto cómo se hace, empezará a poner un ladrillo sobre otro para construir los muros. No sabrá que primero hay que escarbar para poner la fundación.
  • Alguien que quiere sembrar un jardín no puede simplemente echar las semillas y esperar que crezcan. Primero hay que trabajar la tierra para que puedan echar raíz. Estos pasos preparativos no son obvios, pero son esenciales para que las cosas terminen bien.
  • Lo mismo sucede en la restauración. Cuando el pueblo de Israel regresó a la tierra, había muchos problemas. El muro de la ciudad estaba en ruinas. El templo ya no existía. ¿Por dónde empezar la obra de reconstrucción? Seguramente lo primero sería reconstruir el muro para protegerlos de sus enemigos, ¿verdad? O quizás lo primero sería reconstruir el templo para reunirse allí.
  • Cuando observamos nuestras vidas, familias e iglesia, podemos pensar que ya sabemos por dónde tiene que comenzar la restauración. Si sólo tuviera un mejor trabajo, estaría bien – pensamos. O decimos: Si tan sólo mi pareja fuera diferente, nuestra familia estaría bien. Y ¿qué tal si hay otro paso que se tiene que tomar primero?
  • Vamos a ver por dónde comenzó el pueblo de Dios. Leamos Esdras 3:1-6. En el mes séptimo, cuando ya todos los israelitas se habían establecido en sus ciudades, se reunió el pueblo en Jerusalén con un mismo propósito. 2 Entonces Jesúa, hijo de Josadac, con sus parientes, que eran sacerdotes, y Zorobabel, hijo de Salatiel, con sus parientes empezaron a construir el altar del Dios de Israel para ofrecer holocaustos, según lo estipulado en la Ley de Moisés, hombre de Dios. 3 A pesar del miedo que tenían de los pueblos vecinos, colocaron el altar en su mismo sitio. Y todos los días, por la mañana y por la tarde, ofrecían holocaustos al Señor. 4 Luego, según lo estipulado en la Ley, celebraron la fiesta de las Enramadas ofreciendo el número de holocaustos ordenados para cada día, 5 al igual que los holocaustos diarios, los de luna nueva, los de las fiestas sagradas ordenadas por el Señor y los que el pueblo le ofrecía voluntariamente. 6 A pesar de que aún no se habían echado los cimientos del templo, desde el primer día del mes séptimo el pueblo comenzó a ofrecer holocaustos al Señor.
  • ¿Cuál fue la primera cosa que hizo el pueblo de Dios? La primera cosa que hicieron fue restaurar la adoración. No tenían muro ni templo. Algunos vivían en carpas. Sin embargo, la primera cosa que hicieron fue restaurar la adoración a Dios ofreciendo sacrificios sobre su altar.
  • Escúchame bien. No esperes hasta que todo esté bien para adorar. ¡Adora primero! La alabanza no es el final del proceso de restauración. Es el comienzo. La adoración complace a Dios y nos conecta con su poder para experimentar la transformación.
  • Este pasaje nos enseña tres cosas importantes acerca de la adoración y su poder para traer restauración. En primer lugar, la adoración trae unión. Nos dice el verso 1 que el pueblo de reunió con un mismo propósito. Una traducción más literal dice que se juntó el pueblo como un solo hombre. Estaban unidos en buscar a Dios en la adoración.
  • Cuando sólo vemos las cosas de este mundo, hay mucho que nos separa. Cada uno tiene sus propios intereses, sus propios anhelos, sus propias heridas y rencores. Estamos tan enfocados en lo nuestro que nos separamos de los demás. Pero cuando levantamos la mirada al cielo, todos vemos lo mismo.
  • Esto es lo que pasa cuando adoramos. La adoración nos lleva más allá de lo nuestro. Algo parecido sucede cuando un grupo de fans se pone la camiseta de su equipo. Pueden ser personas muy diferentes, pero la lealtad a su equipo los une.
  • Cuando nos unimos como creyentes con un corazón dispuesto a adorar, el amor de Dios nos une. Nuestro compromiso con Jesús nos lleva a superar lo que nos separa. Si vemos que nos falta unión, comencemos con adoración a Dios.
  • La segunda cosa que aprendemos aquí acerca de la adoración es que la adoración requiere pureza. Los versos dos y tres nos dicen que Jesúa, el sumo sacerdote, y Zorobabel, el gobernador, reconstruyeron el altar de Dios según las instrucciones que habían recibido en la ley de Moisés.
  • Reconstruyeron el altar para que fuera puro. La adoración tenía que hacerse como Dios les había mandado. No podían poner el altar en cualquier lugar; tenía que ser en su mismo sitio. No podían construirlo a su manera; tenían que seguir las instrucciones que Dios les había dado. Dios es santo, y tenemos que adorarlo como él nos manda.
  • Según las instrucciones de la ley, el altar tenía que construirse con piedras no labradas. Tenían que ser piedras del campo. Dios no quería que hubiese ninguna imagen tallada en las piedras del altar. Tenían que ser como él las había hecho, nada más.
  • Hoy no tenemos que construir un altar de piedras para adorar a Dios. Desde que Jesús hizo el sacrificio perfecto en la cruz para limpiar nuestros pecados con su sangre, los sacrificios de animales ya no son necesarios. Pero Dios sigue siendo santo. Tenemos que adorarlo como él quiere que lo hagamos, no a nuestra manera.
  • Juan 4:24 dice, Dios es espíritu y quienes lo adoran deben hacerlo en espíritu y en verdad. Él busca adoración verdadera y espiritual. Esto significa, por supuesto, que no usamos imágenes en nuestra adoración. Ninguna imagen puede representar a Dios.
  • La adoración pura no es una simple emoción que sientes porque te gusta una música. La verdadera adoración sucede cuando conoces la verdad acerca de Dios y elevas tu espíritu a él en entrega. Cuando nuestro corazón es humilde, podemos realmente adorar a Dios. Cuando dejamos de creer que el pecado nos va a satisfacer, podemos realmente adorar a Dios. La adoración requiere pureza.
  • En tercer lugar, la adoración requiere valor. Nos dice el pasaje que adoraron a pesar del miedo que tenían de los pueblos vecinos. Esto nos enseña algo muy importante acerca del valor. El valor no es la falta de temor. El valor es actuar a pesar del temor.
  • Ellos tenían miedo de la gente mala que los rodeaba. No sabían lo que podrían hacer. Sin embargo, trabajaron. Reconstruyeron el altar y comenzaron a ofrecer sacrificios. Eran personas de fe viviendo en medio de un mundo hostil, pero fueron valientes.
  • Hoy en día hay mucho que temer. Las acciones del gobierno nos dejan a todos anonadados. A veces parece que los malos prosperan más que los buenos. Algunos nos menosprecian por seguir a Jesús o por habernos alejado de alguna tradición. Si sientes temor, es normal. No tienes que fingir algo que no sientes.
  • La pregunta es esta: ¿tendrás valor para caminar en fe a pesar del temor? ¿Pondrás la mirada en Jesús en lugar de fijarte en lo que te da miedo? No tienes que fingir lo que no sientes. Sólo debes tomar el paso de fe que Dios te está llamando a tomar ahora. Todo comienza con tener el valor suficiente para adorar.
  • La restauración de nuestras vidas, de nuestras familias y de nuestra iglesia comenzará con la adoración. Tengamos valor para adorar en espíritu y en verdad, y así veremos la unión que trae la adoración. Pensemos en cómo se aplica esto a nuestras vidas, a nuestras familias y a nuestra iglesia.
  • En tu vida, no cometas el error de querer corregir lo que está mal antes de adorar. Algunas personas se alejan de la iglesia porque sienten que algo no está bien en su vida. Quieren arreglarlo primero para llegar a la iglesia bien. Esto es vender la leche antes de ordeñar la vaca. Cuando menos ganas tienes de adorar a Dios es cuando más falta te hace. Si tu vida necesita restauración, levanta la mirada hacia Dios y adóralo de corazón. Él te ayudará a hacer los cambios necesarios en tu vida.
  • En tu familia, el enemigo hará lo posible para quitar la adoración de la vida familiar. Los distraerá con juegos y películas y salidas para que se les olvide pasar tiempo juntos en oración y en la Palabra. La familia que se une para orar es difícil de separar. Si tu familia tiene problemas, comiencen a orar juntos. No será fácil, pero es la única solución.
  • En la iglesia, la adoración trae el poder y la presencia de Dios a la congregación. Cuando le ofrecemos al Señor los sacrificios que le agradan, su poder se mueve entre nosotros para traer restauración. Si dejamos a un lado el celular y le conversación que la persona que tenemos al lado, podremos poner nuestra atención en Dios. Esa adoración sincera, en espíritu y en verdad, es necesaria para experimentar la presencia de Dios.
  • La única adoración agradable a Dios se ofrece por medio de Jesús. Hebreos 13:15 dice esto: Ofrezcamos siempre a Dios, por medio de Jesús, un sacrificio de alabanza. Si no tienes a Jesús, entrégate hoy a él. Él murió por ti en la cruz. Cuando conoces a Jesús, puedes adorar de verdad.
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