October 05th, 2025

Entre el pasado y lo futuro

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• A lo largo de los años que he servido como pastor de esta iglesia he tenido la oportunidad de enseñar a varios de los jóvenes a manejar. Espero haberles enseñado bien. Enseñar a alguien a manejar un vehículo siempre es una aventura.
• En una ocasión, iba por la carretera con uno de los jóvenes cuando me distraje por un momento. De repente, el carro frenó inesperadamente. Levanté los ojos y me di cuenta de que habíamos llegado a una zona de construcción. El camino estaba cerrado.
• Esta experiencia sirvió para reforzar una lección que todos debemos aprender para manejar bien. Es muy natural mirar sólo la parte de la carretera que está justo delante del vehículo. Sin embargo, para manejar bien, hay que levantar la mirada y observar también lo que está más lejos. Lo que viene afectará lo que hacemos ahora.
• Esta verdad también se aplica a la vida. Si no miramos hacia delante y sólo nos enfocamos en este momento, podemos perder muchas oportunidades y cometer muchos errores. Por ejemplo, la semana pasada hablábamos en la escuela dominical acerca de la importancia de tener un colchón financiero para el futuro.
• En realidad, toda la vida del cristiano está orientada hacia el futuro. Gracias a lo que hizo Jesús, nuestro destino ha cambiado. Ya no estamos destinados al castigo y a la muerte. Ahora tenemos un destino glorioso.
• Hace dos semanas, hablamos acerca del cambio que trae la gracia de Dios. El pecado del pasado se ha resuelto, y esto cambia nuestra forma de vivir en el presente. Ahora veremos cómo el futuro que Dios tiene para nosotros cambia el presente. Hoy veremos la segunda parte de nuestro mensaje basado en Tito 2:11-15.
• En verdad, Dios ha manifestado a toda la humanidad su gracia, la cual trae salvación 12 y nos enseña a rechazar la impiedad y las pasiones mundanas. Así podremos vivir en este mundo con dominio propio, justicia y devoción, 13 mientras aguardamos la bendita esperanza, es decir, la gloriosa venida de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo. 14 Él se entregó por nosotros para rescatarnos de toda maldad y purificar para sí un pueblo elegido, dedicado a hacer el bien. 15 Esto es lo que debes enseñar. Exhorta y reprende con toda autoridad. Que nadie te menosprecie. (NVI)
• ¿Conoces la sensación de esperar las vacaciones? Quizás sean vacaciones del trabajo o de la escuela. Es más fácil aguantar los momentos duros cuando sabemos que viene algo mejor. Cuando nos entregamos a Cristo, nuestro futuro cambia. Dios ha preparado algo maravilloso para cada persona que se convierte en su hijo siguiendo a Jesús.
• Aquí nos dice que aguardamos la bendita esperanza. A veces usamos la palabra “esperanza” de una manera insegura. Decimos, por ejemplo, Tengo la esperanza de que algún día mi situación mejore. Se refiere a un ojalá, a una bonita posibilidad.
• Cuando hablamos de la esperanza del regreso de Cristo, sin embargo, se trata de una esperanza segura. Si Dios lo ha prometido, se cumplirá. Nadie puede oponerse a la voluntad de Dios. No hay circunstancia imprevista que lo detenga, porque Dios lo sabe todo. No podemos saber cuándo será, pero podemos estar seguros de que vendrá.
• ¿Cuál es la bendita esperanza que esperamos? Es la gloriosa venida de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo. Aquí vemos claramente quién es Jesús. Es nuestro Dios, el que se hizo hombre para convertirse también en nuestro Salvador. Por la fe podemos decir que es nuestro Salvador, que nos ha salvado individualmente.
• ¿Qué sucederá cuando Jesús regrese? Eso es algo maravilloso. En primer lugar, la Biblia nos dice que iremos con él. 1 Tesalonicenses 4:16-17 lo explica así: El Señor mismo descenderá del cielo con voz de mando, con voz de arcángel y con trompeta de Dios, y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego los que estemos vivos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados junto con ellos en las nubes para encontrarnos con el Señor en el aire.
• Este evento se conoce como el rapto, o el arrebatamiento. Cuando Jesús regresa, no tendremos que ir a buscarlo. No tendremos que comprar un boleto de avión o conseguir un raite para llegar a donde está Jesús. Los que han muerto en Cristo resucitarán, y los vivos seremos levantados junto con ellos para estar con Jesús.
• ¿Has jugado con un imán? Cuando un imán pasa por encima de unas virutas de metal, los pedacitos se levantan y se pegan al imán al instante. Así será cuando Jesús regrese. De todo el mundo, todos los creyentes serán levantados para ir a estar con él.
• La segunda cosa que sucederá cuando Jesús regresa es que seremos como él. 1 Juan 3:2 lo expresa así: Queridos hermanos, ahora somos hijos de Dios, pero todavía no se ha manifestado lo que habremos de ser. Sabemos, sin embargo, que cuando Cristo venga seremos semejantes a él, porque lo veremos tal como él es.
• Cuando Jesús regresa, seremos transformados. Seremos cambiados. Nuestro cuerpo será transformado. Llegaremos a ser como Jesús en su humanidad. No vamos a ser como él en su divinidad. No nos vamos a convertir en dioses. Seremos como él en su humanidad, como lo fue después de su resurrección.
• Este proceso se conoce como glorificación. Es la esperanza de la gloria. Tendremos cuerpos perfectos que ya no envejecerán. No nos dolerá nada. No tendremos que tomar pastillas. No nos enfermaremos. Tendremos nuevas capacidades.
• Además, ya no nos tentará el pecado. Creo que esta será la parte más maravillosa. Mientras vivimos en esta carne, luchamos constantemente contra la tentación. Imagina cómo será ese día cuando todo lo que deseamos será lo correcto. Nuestra voluntad estará en perfecta armonía con la voluntad de Dios. ¡Qué alegría!
• La tercera cosa que sucederá cuando Jesús regrese es que estaremos con él. 1 Tesalonicenses 4:17 dice esto: Y así estaremos con el Señor para siempre. Jesús no va a regresar para llevarnos un rato de paseo, nada más. Él nos llevará a vivir con él para siempre. De hecho, nos dijo que ha ido para prepararnos un lugar.
• Alguien comentó una vez que Dios se demoró siete días en hacer el mundo, y es un lugar hermoso. ¿Cómo será el lugar que lleva dos mil años de preparación? Cuando Juan lo vio, describió un lugar donde las calles son de oro y los muros son de piedras preciosas. Los lugares más hermosos de la tierra a comparación parecerán basureros.
• Cuando miramos hacia el futuro, ¿qué nos espera? Nos espera la gloriosa venida de nuestro Dios y Salvador Jesucristo. En ese momento, iremos con él, seremos como él y estaremos siempre con él. Si esto es lo que nos depara el futuro, ¿cómo debemos vivir ahora? Ese futuro transforma nuestro presente. Nos da gozo y nos da propósito.
• Tito 2:12-13 dice: Así podremos vivir en este mundo con dominio propio, justicia y devoción mientras aguardamos la bendita esperanza. Si esperamos el regreso de Cristo, viviremos con dominio propio, justicia y devoción.
• Si no tenemos ninguna esperanza y esta vida es todo lo que hay, ¿por qué no pecar? Hagamos lo que sea necesario para pasarla bien mientras esperamos la muerte. Así piensan muchos. La canción favorita del presidente Trump es una interpretación de la artista Peggy Lee. En español, la letra dice, ¿Eso es todo lo que hay?
• Ella relata diferentes eventos – un incendio, el circo, el enamoramiento – y al final, dice: ¿Eso es todo lo que hay? Si eso es todo, amigos, sigamos bailando. Bebamos y pasémoslo bien, si eso es todo lo que hay. Mucha gente así vive. Sin embargo, la realidad es que esto no es todo lo que hay. Hay eternidad.
• Por lo tanto, en lugar de vivir en descontrol, vivamos en dominio propio. Cuando venga la tentación, miremos hacia el futuro y recordemos lo que Cristo nos ha prometido. Vivamos también en justicia. Este mundo muchas veces es injusto. A veces, los justos sufren y los malvados ganan.
• Sin embargo, la historia no se acaba con este mundo. Un día, Jesús va a regresar y todo va a cambiar. Aunque haya injusticias, tú y yo podemos ser justos en nuestro trato con los demás. Podemos ser honestos. Podemos hacer el bien, porque Jesús va a regresar.
• Podemos vivir también en piedad. No adoramos a un Dios que nos ha abandonado. Adoramos a un Dios que viene por nosotros. Mientras esperamos su regreso, vivamos en oración. Pasemos tiempo en adoración. Conozcamos mejor su Palabra.
• La esperanza que tenemos del regreso de Jesús lo cambia todo. No cometas el error de manejar el carro de tu vida viendo sólo lo que tienes en frente. Levanta la mirada y mira hacia el regreso de Cristo. Como el sol que sale después de una larga noche, su venida segura nos motiva a vivir ahora en dominio propio, justicia y devoción.