Tertuliano
I. Su vida
Vivió entre 150-212 d.C.
Vivió toda su vida en Cartago, hoy localizado en Túnez
Escribió aproximadamente treinta libros de gran importancia para la iglesia, entre los cuales se encuentran obras de apologética, polémica, doctrina y obras pastorales
Contribuyó al desarrollo de la doctrina de la Trinidad
Fue influenciado por el montanismo, un movimiento milenial
II. Su contribución
Su obra llamada Apologia señala la irracionalidad del paganismo y defiende el cristianismo ante los ataques romanos.
Como lo habían hecho Justino Mártir e Ireneo, escribió en contra de la herejía de Marción. Este maestro rechazó todo lo relacionado con los judíos y enseñó que el Dios del Antiguo Testamento era distinto al Dios del Nuevo. Marción también enseñó el docetismo (que Cristo sólo aparentó ser humano) y redactó el Nuevo Testamento para quitar toda referencia judía.
Tertuliano escribió también en contra del gnosticismo, específicamente los herejes Hermógenes y Valentino.
Sus ideas acerca del bautismo, a distinción de la mayor parte de su doctrina, eran extremos e incorrectos. Enseñó que sólo se podría limpiar el pecado pos-bautismal mediante el martirio.
Escribió obras pastorales acerca de la perseverancia en la persecución y el lugar de las mujeres en la iglesia. En contraste con la actitud general de su tiempo, expresó una opinión relativamente favorable de las mujeres.
Quizás su mayor contribución es a la doctrina de la Trinidad. Usó la palabra persona para referirse a los tres Miembros de la Trinidad, y enseñó que las diferencias entre ellos son de grado (es decir, posición) y no de estado. También recalcó la realidad de la encarnación frente al docetismo de Marción, enseñando las dos naturalezas de Cristo unidas en una persona.
III. Sus palabras
Definimos que existen dos, el Padre y el Hijo, y tres con el Espíritu Santo, y este número esta dado por el modelo de la salvación ... [el cual] trae unidad en trinidad, interrelacionando los tres, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Ellos son tres, no en dignidad, sino en grado; no en sustancia sino en forma; no en poder, sino en clase. Ellos son de una sustancia y poder, porque hay un Dios de quien estos grados, formas y clases se muestran en el nombre del Padre, Hijo y Espiritu Santo. Contra Praxíteles, 23; PL 2.156-7
La sangre de los mártires es semilla de cristianos.
I. Su vida
Vivió entre 150-212 d.C.
Vivió toda su vida en Cartago, hoy localizado en Túnez
Escribió aproximadamente treinta libros de gran importancia para la iglesia, entre los cuales se encuentran obras de apologética, polémica, doctrina y obras pastorales
Contribuyó al desarrollo de la doctrina de la Trinidad
Fue influenciado por el montanismo, un movimiento milenial
II. Su contribución
Su obra llamada Apologia señala la irracionalidad del paganismo y defiende el cristianismo ante los ataques romanos.
Como lo habían hecho Justino Mártir e Ireneo, escribió en contra de la herejía de Marción. Este maestro rechazó todo lo relacionado con los judíos y enseñó que el Dios del Antiguo Testamento era distinto al Dios del Nuevo. Marción también enseñó el docetismo (que Cristo sólo aparentó ser humano) y redactó el Nuevo Testamento para quitar toda referencia judía.
Tertuliano escribió también en contra del gnosticismo, específicamente los herejes Hermógenes y Valentino.
Sus ideas acerca del bautismo, a distinción de la mayor parte de su doctrina, eran extremos e incorrectos. Enseñó que sólo se podría limpiar el pecado pos-bautismal mediante el martirio.
Escribió obras pastorales acerca de la perseverancia en la persecución y el lugar de las mujeres en la iglesia. En contraste con la actitud general de su tiempo, expresó una opinión relativamente favorable de las mujeres.
Quizás su mayor contribución es a la doctrina de la Trinidad. Usó la palabra persona para referirse a los tres Miembros de la Trinidad, y enseñó que las diferencias entre ellos son de grado (es decir, posición) y no de estado. También recalcó la realidad de la encarnación frente al docetismo de Marción, enseñando las dos naturalezas de Cristo unidas en una persona.
III. Sus palabras
Definimos que existen dos, el Padre y el Hijo, y tres con el Espíritu Santo, y este número esta dado por el modelo de la salvación ... [el cual] trae unidad en trinidad, interrelacionando los tres, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Ellos son tres, no en dignidad, sino en grado; no en sustancia sino en forma; no en poder, sino en clase. Ellos son de una sustancia y poder, porque hay un Dios de quien estos grados, formas y clases se muestran en el nombre del Padre, Hijo y Espiritu Santo. Contra Praxíteles, 23; PL 2.156-7
La sangre de los mártires es semilla de cristianos.