William Tyndale
I. Su vida
Vivió entre 1490-1536 d.C.
Nació en Inglaterra, en la frontera con Gales.
Estudió en las Universidades de Oxford y Cambridge, donde llegó a conocer las ideas de Martín Lutero.
Vivió por un tiempo en la casa del Señor Juan Walsh, donde sirvió como capellán, tutor o secretario (no se sabe con seguridad cuál fue su papel).
Sintió el llamado a traducir la Biblia al inglés, pero descubrió que tal cosa sería imposible en Inglaterra debido a la presión eclesiástica. Partió a Alemania, donde tradujo el Nuevo Testamento. Esta traducción se publicó en 1525.
Terminó su traducción del Pentateuco (los cinco libros de Moisés); ésta se publicó en Bélgica en 1530.
Fue traicionado a las autoridades por un compatriota en Bélgica en el año 1535, y murió como mártir en 1536. Su última frase fue: Señor, abre los ojos del rey de Inglaterra.
II. Su contribución
Años antes, Juan Wyclif había realizado la traducción de la Biblia al inglés. Su traducción, sin embargo, nunca fue impresa (todas las copias se hicieron a mano); Juan Gutenberg inventó la imprenta allá por 1436, después de la muerte de Wyclif. Además de esto, la traducción de Wyclif sufrió de ciertos errores, ya que la había realizado en base a la Vulgata latina y no los textos originales de hebreo y griego.
Tyndale se propuso realizar una nueva traducción que se imprimiera. Cuando aún servía en la casa de Juan Walsh, comentó a un clérigo visitante: Si Dios me otorga vida, antes de que pasen muchos años, haré que el muchacho que guía el arado sepa mas de las Escrituras que tú.
La mayor parte de su labor se realizó mientras huía de sus opositores. Terminó su traducción del Nuevo Testamento en Hamburgo, pero tuvo que huir de esta ciudad cuando uno de los oponentes de la Reforma se enteró de su presencia. Se trasladó a Worms, y luego a Amberes, Bélgica.
Su estiló en la traducción fue sencillo, de acuerdo con su deseo de hacer que la Biblia fuera accesible al hombre común.
Luego de la publicación del Nuevo Testamento, el obispo de Londres compró muchas de las copias existentes para quemarlas públicamente. Esto tuvo el resultado inesperado de financiar la segunda impresión del Nuevo Testamento.
Tyndale fue el primero en traducir la Biblia para impresión; debido a su encarcelamiento y ejecución, no pudo completar la traducción. Quien lo hizo fue Miles Coverdale, en 1535. Sin embargo, la traducción de Coverdale dependió en gran manera del trabajo de Tyndale. Años después, cuando se realizó la traducción King James (Rey Santiago), por varios siglos la traducción más comúnmente usada en inglés, el noventa por ciento de las palabras fueron de Tyndale.
Además de su valiosa traducción bíblica, Tyndale publicó varios libros. Su Parábola de las malvadas riquezas se trata de la justificación por la fe sola; La obediencia de un hombre cristiano arguye que el hombre le debe obediencia a la autoridad civil, menos cuando se involucra la lealtad a Dios.
III. Sus palabras
Ahora adelante, lector, y de acuerdo con la orden del escrito de Pablo (en Romanos), haz también. Primero obsérvate con diligencia en la ley de Dios, y ve allí tu justa condenación. Segundo, vuelve tus ojos hacia Cristo, y ve allí la inmensa misericordia de tu bondadoso y amoroso Padre. Tercero, recuerda que Cristo no hizo esta expiación para que tú volvieras a enfadar nuevamente a Dios; ni te limpió, para que volvieras (como puerco) al viejo lodo; sino para que fueras una nueva criatura y vivieras una vida nueva conforme a la voluntad de Dios, y no de la carne. Y sé diligente, no sea que por tu propia negligencia y falta de gratitud pierdas nuevamente este favor y esta misericordia.
I. Su vida
Vivió entre 1490-1536 d.C.
Nació en Inglaterra, en la frontera con Gales.
Estudió en las Universidades de Oxford y Cambridge, donde llegó a conocer las ideas de Martín Lutero.
Vivió por un tiempo en la casa del Señor Juan Walsh, donde sirvió como capellán, tutor o secretario (no se sabe con seguridad cuál fue su papel).
Sintió el llamado a traducir la Biblia al inglés, pero descubrió que tal cosa sería imposible en Inglaterra debido a la presión eclesiástica. Partió a Alemania, donde tradujo el Nuevo Testamento. Esta traducción se publicó en 1525.
Terminó su traducción del Pentateuco (los cinco libros de Moisés); ésta se publicó en Bélgica en 1530.
Fue traicionado a las autoridades por un compatriota en Bélgica en el año 1535, y murió como mártir en 1536. Su última frase fue: Señor, abre los ojos del rey de Inglaterra.
II. Su contribución
Años antes, Juan Wyclif había realizado la traducción de la Biblia al inglés. Su traducción, sin embargo, nunca fue impresa (todas las copias se hicieron a mano); Juan Gutenberg inventó la imprenta allá por 1436, después de la muerte de Wyclif. Además de esto, la traducción de Wyclif sufrió de ciertos errores, ya que la había realizado en base a la Vulgata latina y no los textos originales de hebreo y griego.
Tyndale se propuso realizar una nueva traducción que se imprimiera. Cuando aún servía en la casa de Juan Walsh, comentó a un clérigo visitante: Si Dios me otorga vida, antes de que pasen muchos años, haré que el muchacho que guía el arado sepa mas de las Escrituras que tú.
La mayor parte de su labor se realizó mientras huía de sus opositores. Terminó su traducción del Nuevo Testamento en Hamburgo, pero tuvo que huir de esta ciudad cuando uno de los oponentes de la Reforma se enteró de su presencia. Se trasladó a Worms, y luego a Amberes, Bélgica.
Su estiló en la traducción fue sencillo, de acuerdo con su deseo de hacer que la Biblia fuera accesible al hombre común.
Luego de la publicación del Nuevo Testamento, el obispo de Londres compró muchas de las copias existentes para quemarlas públicamente. Esto tuvo el resultado inesperado de financiar la segunda impresión del Nuevo Testamento.
Tyndale fue el primero en traducir la Biblia para impresión; debido a su encarcelamiento y ejecución, no pudo completar la traducción. Quien lo hizo fue Miles Coverdale, en 1535. Sin embargo, la traducción de Coverdale dependió en gran manera del trabajo de Tyndale. Años después, cuando se realizó la traducción King James (Rey Santiago), por varios siglos la traducción más comúnmente usada en inglés, el noventa por ciento de las palabras fueron de Tyndale.
Además de su valiosa traducción bíblica, Tyndale publicó varios libros. Su Parábola de las malvadas riquezas se trata de la justificación por la fe sola; La obediencia de un hombre cristiano arguye que el hombre le debe obediencia a la autoridad civil, menos cuando se involucra la lealtad a Dios.
III. Sus palabras
Ahora adelante, lector, y de acuerdo con la orden del escrito de Pablo (en Romanos), haz también. Primero obsérvate con diligencia en la ley de Dios, y ve allí tu justa condenación. Segundo, vuelve tus ojos hacia Cristo, y ve allí la inmensa misericordia de tu bondadoso y amoroso Padre. Tercero, recuerda que Cristo no hizo esta expiación para que tú volvieras a enfadar nuevamente a Dios; ni te limpió, para que volvieras (como puerco) al viejo lodo; sino para que fueras una nueva criatura y vivieras una vida nueva conforme a la voluntad de Dios, y no de la carne. Y sé diligente, no sea que por tu propia negligencia y falta de gratitud pierdas nuevamente este favor y esta misericordia.