Bernardo
I. Su vida
Vivió entre 1090-1153 d.C.
Nació en Borgoña, Francia.
Ingresó como joven al monasterio de Cister; a la edad de veinticinco años fue enviado a fundar un monasterio nuevo en Claraval, de donde ejerció su mayor influencia sobre la iglesia.
El padre de Bernardo peleó en la primera cruzada, en 1095; Bernardo mismo lanzó la segunda cruzada alrededor de 1150.
Bernardo tuvo una gran influencia sobre el cristianismo en Europa mediante sus escritos y sus amistades con los reyes y príncipes de su era.
II. Su contribución
Para Bernardo, la única forma de vivir la vida cristiana era ingresar a un monasterio; el creía que la disciplina y la dedicación que esto significaba eran esenciales, y que la vida fuera del monasterio era poco más que una existencia animal.
Como resultado, reformó el movimiento monástico; la orden cisterciense a la que el perteneció fundó muchos nuevos monasterios.
En su Libro de alabanza de la nueva caballería, Bernardo impulsó el desarrollo del cristianismo militarizado que caracterizó las edades medias, y que dista mucho del cristianismo apostólico.
Predicó el sermón que lanzó la segunda cruzada, que tenía como finalidad reconquistar una porción de los terrenos en Palestina que se habían conquistado de los musulmanes en la pimera cruzada.
La segunda cruzada tuvo un fin desastroso; durante cruzadas subsiguientes se perdió más y más terreno, hasta que en 1291 (mucho después de la muerte de Bernardo) cayó el último baluarte europeo en Palestina.
Tras la falla de la segunda cruzada, los impulsos guerreros que se habían despertado degeneraron en agresión interna; los caballeros pretendieron imponer el cristianismo a la fuerza sobre las tribus europeas que no habían sido cristianizadas.
Durante su vida, el papado fue divido al elegirse dos papas rivales tras la muerte del Papa Honorio II; Bernardo apoyó a Inocente II, quien quedó como único papa al morir su rival.
Bernardo se opuso también a las enseñanzas de Pedro Abelardo, quien fue acusado de herejía; Abelardo posteriormente retrajo sus enseñanzas.
Bernardo escribió varios himnos que se aprecian hasta el día de hoy; su devoción a Jesús contrasta con sus fallas en seguir sus enseñanzas.
III. Sus palabras
Debemos amar a Dios porque El es Dios, y la medida de nuestro amor debe ser amarlo sin medida.
Al conocer lo que Dios nos ha dado, encontraremos muchísimas cosas por las que dar gracias continuamente.
Algunos pasajes bíblicos de interés:
Sobre el cristianismo militante:
Zacarías 4:6:
Entonces respondió y me habló diciendo: Esta es palabra de Jehová a Zorobabel, que dice: No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos.
Juan 18:36:
Respondió Jesús: Mi reino no es de este mundo; si mi reino fuera de este mundo, mis servidores pelearían para que yo no fuera entregado a los judíos; pero mi reino no es de aquí.
Efesios 6:12:
Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. (Las armas que Jesús da a sus seguidores no son armas físicas, sino espirituales.)
Sobre el movimiento monástico:
1 Corintios 10:31: Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios. (Toda la vida puede ser para la gloria de Dios, no sólo la vida monástica.)
I. Su vida
Vivió entre 1090-1153 d.C.
Nació en Borgoña, Francia.
Ingresó como joven al monasterio de Cister; a la edad de veinticinco años fue enviado a fundar un monasterio nuevo en Claraval, de donde ejerció su mayor influencia sobre la iglesia.
El padre de Bernardo peleó en la primera cruzada, en 1095; Bernardo mismo lanzó la segunda cruzada alrededor de 1150.
Bernardo tuvo una gran influencia sobre el cristianismo en Europa mediante sus escritos y sus amistades con los reyes y príncipes de su era.
II. Su contribución
Para Bernardo, la única forma de vivir la vida cristiana era ingresar a un monasterio; el creía que la disciplina y la dedicación que esto significaba eran esenciales, y que la vida fuera del monasterio era poco más que una existencia animal.
Como resultado, reformó el movimiento monástico; la orden cisterciense a la que el perteneció fundó muchos nuevos monasterios.
En su Libro de alabanza de la nueva caballería, Bernardo impulsó el desarrollo del cristianismo militarizado que caracterizó las edades medias, y que dista mucho del cristianismo apostólico.
Predicó el sermón que lanzó la segunda cruzada, que tenía como finalidad reconquistar una porción de los terrenos en Palestina que se habían conquistado de los musulmanes en la pimera cruzada.
La segunda cruzada tuvo un fin desastroso; durante cruzadas subsiguientes se perdió más y más terreno, hasta que en 1291 (mucho después de la muerte de Bernardo) cayó el último baluarte europeo en Palestina.
Tras la falla de la segunda cruzada, los impulsos guerreros que se habían despertado degeneraron en agresión interna; los caballeros pretendieron imponer el cristianismo a la fuerza sobre las tribus europeas que no habían sido cristianizadas.
Durante su vida, el papado fue divido al elegirse dos papas rivales tras la muerte del Papa Honorio II; Bernardo apoyó a Inocente II, quien quedó como único papa al morir su rival.
Bernardo se opuso también a las enseñanzas de Pedro Abelardo, quien fue acusado de herejía; Abelardo posteriormente retrajo sus enseñanzas.
Bernardo escribió varios himnos que se aprecian hasta el día de hoy; su devoción a Jesús contrasta con sus fallas en seguir sus enseñanzas.
III. Sus palabras
Debemos amar a Dios porque El es Dios, y la medida de nuestro amor debe ser amarlo sin medida.
Al conocer lo que Dios nos ha dado, encontraremos muchísimas cosas por las que dar gracias continuamente.
Algunos pasajes bíblicos de interés:
Sobre el cristianismo militante:
Zacarías 4:6:
Entonces respondió y me habló diciendo: Esta es palabra de Jehová a Zorobabel, que dice: No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos.
Juan 18:36:
Respondió Jesús: Mi reino no es de este mundo; si mi reino fuera de este mundo, mis servidores pelearían para que yo no fuera entregado a los judíos; pero mi reino no es de aquí.
Efesios 6:12:
Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. (Las armas que Jesús da a sus seguidores no son armas físicas, sino espirituales.)
Sobre el movimiento monástico:
1 Corintios 10:31: Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios. (Toda la vida puede ser para la gloria de Dios, no sólo la vida monástica.)