Carlos H. Spurgeon
I. Su vida
Vivió entre 1834-1892.
Nació en Kelvedon, un pueblo pequeño de Inglaterra; su padre fue pastor de una iglesia independiente.
Spurgeon se convirtió a la edad de quince años; cuatro meses después de su conversión, fue bautizado en el Rio Lark.
Sirvió como maestro escolar por cuatro años, durante tres de los cuales también sirvió como pastor de una iglesia de pueblo. Luego fue llamado como pastor por la Iglesia Bautista de New Park, en Londres. Esta iglesia había sido la de Juan Gill, el teólogo preeminente de los bautistas en el siglo XVIII.
Debido a las grandes congregaciones que venían a escuchar al joven predicador, él empezó a predicar en el Salón de Exeter, un centro de reunión de las sociedades evangélicas. Las multitudes no cabían en este lugar, así que Spurgeon se trasladó a un salón musical. Fue criticado por predicar en un lugar tan "mundano", pero 10.000 personas llegaron
a la primera reunión que se realizó allí.
La congregación se mudó en 1861 a su lugar permanente, el Tabernáculo Metropolitano en Londres. Desde el comienzo del ministerio de Spurgeon en 1854 hasta 1891, la membresía de la iglesia creció de 232 a 5.311. Fue la iglesia bautista más grande del mundo en su era.
Spurgeon padeció de diversos malestares hacia el final de su vida, y falleció en Francia en 1892.
II. Su contribución
El siglo XIX tuvo muchos grandes predicadores, pero Spurgeon es considerado el príncipe de ellos. Su impacto sobre la predicación fue enorme. Su predicación fue expositiva, y predicó de una forma directa y sencilla muy distinta a la predicación florida común en su dia.
Spurgeon fue calvinista en su teología (a distinción, por ejemplo, de Finney), aunque su calvinismo se moderó parcialmente en el transcurso de su vida.
Spurgeon vio con preocupación las tendencias modernistas entre ciertos predicadores bautistas de su día, y defendió la sana doctrina hasta el grado de retirarse públicamente de la Unión Bautista en 1887. Los errores contra los que el accionó fueron los de negar el sacrificio expiativo de Cristo, la inspiración bíblica y la justificación por la fe. En toda era, la sana doctrina tiene que ser defendida.
En los años 1850 Spurgeon fundó el Colegio de Pastores; antes de su muerte, este colegio había preparado a casi 900 pastores.
Además de sus sermones, Spurgeon publicó varios libros. Entre ellos se encuentran sus Discursos a mis estudiantes, un libro de preparación para el ministerio, y Tesoros de David, un comentario sobre los Salmos.
III. Sus palabras
Entre dos males no elijas ninguno.
Guárdate del hombre que no valora su propio carácter.
Cuando no podamos ver el rostro de Dios, tengamos confianza bajo la sombra de sus alas.
Poca fe bastará para llevarnos al cielo, mas una gran fe traerá el cielo hasta nosotros.
I. Su vida
Vivió entre 1834-1892.
Nació en Kelvedon, un pueblo pequeño de Inglaterra; su padre fue pastor de una iglesia independiente.
Spurgeon se convirtió a la edad de quince años; cuatro meses después de su conversión, fue bautizado en el Rio Lark.
Sirvió como maestro escolar por cuatro años, durante tres de los cuales también sirvió como pastor de una iglesia de pueblo. Luego fue llamado como pastor por la Iglesia Bautista de New Park, en Londres. Esta iglesia había sido la de Juan Gill, el teólogo preeminente de los bautistas en el siglo XVIII.
Debido a las grandes congregaciones que venían a escuchar al joven predicador, él empezó a predicar en el Salón de Exeter, un centro de reunión de las sociedades evangélicas. Las multitudes no cabían en este lugar, así que Spurgeon se trasladó a un salón musical. Fue criticado por predicar en un lugar tan "mundano", pero 10.000 personas llegaron
a la primera reunión que se realizó allí.
La congregación se mudó en 1861 a su lugar permanente, el Tabernáculo Metropolitano en Londres. Desde el comienzo del ministerio de Spurgeon en 1854 hasta 1891, la membresía de la iglesia creció de 232 a 5.311. Fue la iglesia bautista más grande del mundo en su era.
Spurgeon padeció de diversos malestares hacia el final de su vida, y falleció en Francia en 1892.
II. Su contribución
El siglo XIX tuvo muchos grandes predicadores, pero Spurgeon es considerado el príncipe de ellos. Su impacto sobre la predicación fue enorme. Su predicación fue expositiva, y predicó de una forma directa y sencilla muy distinta a la predicación florida común en su dia.
Spurgeon fue calvinista en su teología (a distinción, por ejemplo, de Finney), aunque su calvinismo se moderó parcialmente en el transcurso de su vida.
Spurgeon vio con preocupación las tendencias modernistas entre ciertos predicadores bautistas de su día, y defendió la sana doctrina hasta el grado de retirarse públicamente de la Unión Bautista en 1887. Los errores contra los que el accionó fueron los de negar el sacrificio expiativo de Cristo, la inspiración bíblica y la justificación por la fe. En toda era, la sana doctrina tiene que ser defendida.
En los años 1850 Spurgeon fundó el Colegio de Pastores; antes de su muerte, este colegio había preparado a casi 900 pastores.
Además de sus sermones, Spurgeon publicó varios libros. Entre ellos se encuentran sus Discursos a mis estudiantes, un libro de preparación para el ministerio, y Tesoros de David, un comentario sobre los Salmos.
III. Sus palabras
Entre dos males no elijas ninguno.
Guárdate del hombre que no valora su propio carácter.
Cuando no podamos ver el rostro de Dios, tengamos confianza bajo la sombra de sus alas.
Poca fe bastará para llevarnos al cielo, mas una gran fe traerá el cielo hasta nosotros.