¿Quién llegó primero a la tumba?
J.M. nos pregunta desde México: ¿Por qué en los 4 evangelios varía en la primera aparición a María Magdalena y María madre de Jesús?
Respuesta:
Si examinamos los recuentos de la historia de la resurrección en los cuatro evangelios, notamos varias diferencias. Por ejemplo, Marcos nos dice que los eventos sucedieron después del alba, mientras que Juan los localiza en la oscuridad; en Mateo y Marcos hay un ángel, mientras que Lucas menciona a dos; etc. Antes de considerar las discrepancias, debemos recordar una cosa. En cualquier recuento múltiple de un evento tan significativo y extraordinario como lo es la resurrección, sería de esperar que los narradores mostraran diferencias en los detalles. Si contaran exactamente la misma historia, tendríamos que suponer que se habían puesto de acuerdo entre sí. El hecho de que las historias difieran en los detalles es una evidencia de su veracidad; y desde luego, existe una concordancia total en lo significativo: a saber, que la tumba estaba vacía, que Jesús resucitó, etc.
Como evangélicos, sin embargo, creemos que la Biblia carece de errores. Tenemos que buscar, entonces, alguna explicación para las diferencias aparentes. Podemos resolver muchos de los problemas si recordamos que los historiadores bíblicos no siempre cuentan los eventos en orden, porque esto no era algo que se esperaba en las biografías del día de Jesús. También podemos notar que, cuando hay dos personas presentes, es legítimo mencionar sólo a una de ellas. Cuando Juan sólo menciona a María Magdalena, no debemos suponer que él no sabía que había otras personas presentes. Simplemente quiso poner el énfasis sobre ella. Cada uno de los evangelistas escribe con un propósito y una perspectiva diferentes, y cuenta los eventos de la vida de Cristo con el fin de hacer lucir algun aspecto particular de su vida y su misión.
Podemos combinar las cuatro narrativas de la resurrección en una historia coherente si suponemos algunas cosas muy lógicas. Primero, podemos suponer que el sol salió mientras las mujeres iban a la tumba. De esta forma, cuando Mateo y Marcos mencionan que el sol estaba saliendo o había salido, presentan la llegada de las mujeres a la tumba y nos hacen ver que la resurrección es como la salida del sol. Juan, en cambio, enfatiza que las mujeres estaban saliendo de la oscuridad de la duda y el temor, y por esto menciona que aún estaba oscuro cuando salieron para la tumba. Podemos también suponer que el terremoto y la llegada de los ángeles sucedieron antes de la llegada de las mujeres a la tumba (una lectura superficial de Mateo 28:1-5 parece poner a las mujeres allí cuando sucede el terremoto, pero no es necesario leer el texto así, si recordamos el primer punto del párrafo anterior). También podemos suponer que los ángeles se cambiaron de un lugar a otro durante su estancia en la tumba. Si suponemos que María Magdalena se quedó en la tumba después de que se fueron las otras mujeres, entonces podemos entender que ella tuvo un encuentro separado con Jesus, que recuenta Juan.
Ahora bien, queda claro que es posible combinar las diferentes historias en una narración coherente, aunque no podemos estar seguros de que nuestra combinación sea la correcta; sin embargo, tomando en consideración los criterios que existían para la narración histórica en los días de Jesús, los autores claramente no han caído en error. A la vez, tenemos que recordar que Dios nos ha dado los cuatro evangelios distintos con un propósito, pues él quiere que veamos las diferentes perspectivas de los diferentes autores.
En cuanto a la pregunta, lo más probable es que María Magdalena haya sido la primera en ver a Jesús. Parece ser que María y las mujeres se fueron al sepulcro, vieron a los ángeles y dieron el aviso a los discípulos de la resurrección. Pedro y Juan vinieron, y vieron la tumba vacía, para luego irse. Después de esto, María se quedó mientras los otros se fueron, y es cuando ella vio a Jesús. Más tarde, ese mismo día, los demás lo vieron.
En todo esto, es importante no perdernos en los detalles de lo que realmente pasó, aunque es útil mostrar que sí se pueden armonizar los diferentes recuentos; debemos enfocarnos, más bien, en lo que cada autor nos dice acerca del Jesús resucitado, y la transformación que él desea realizar en la vida de cada uno de nosotros.
Pastor Tony Hancock
J.M. nos pregunta desde México: ¿Por qué en los 4 evangelios varía en la primera aparición a María Magdalena y María madre de Jesús?
Respuesta:
Si examinamos los recuentos de la historia de la resurrección en los cuatro evangelios, notamos varias diferencias. Por ejemplo, Marcos nos dice que los eventos sucedieron después del alba, mientras que Juan los localiza en la oscuridad; en Mateo y Marcos hay un ángel, mientras que Lucas menciona a dos; etc. Antes de considerar las discrepancias, debemos recordar una cosa. En cualquier recuento múltiple de un evento tan significativo y extraordinario como lo es la resurrección, sería de esperar que los narradores mostraran diferencias en los detalles. Si contaran exactamente la misma historia, tendríamos que suponer que se habían puesto de acuerdo entre sí. El hecho de que las historias difieran en los detalles es una evidencia de su veracidad; y desde luego, existe una concordancia total en lo significativo: a saber, que la tumba estaba vacía, que Jesús resucitó, etc.
Como evangélicos, sin embargo, creemos que la Biblia carece de errores. Tenemos que buscar, entonces, alguna explicación para las diferencias aparentes. Podemos resolver muchos de los problemas si recordamos que los historiadores bíblicos no siempre cuentan los eventos en orden, porque esto no era algo que se esperaba en las biografías del día de Jesús. También podemos notar que, cuando hay dos personas presentes, es legítimo mencionar sólo a una de ellas. Cuando Juan sólo menciona a María Magdalena, no debemos suponer que él no sabía que había otras personas presentes. Simplemente quiso poner el énfasis sobre ella. Cada uno de los evangelistas escribe con un propósito y una perspectiva diferentes, y cuenta los eventos de la vida de Cristo con el fin de hacer lucir algun aspecto particular de su vida y su misión.
Podemos combinar las cuatro narrativas de la resurrección en una historia coherente si suponemos algunas cosas muy lógicas. Primero, podemos suponer que el sol salió mientras las mujeres iban a la tumba. De esta forma, cuando Mateo y Marcos mencionan que el sol estaba saliendo o había salido, presentan la llegada de las mujeres a la tumba y nos hacen ver que la resurrección es como la salida del sol. Juan, en cambio, enfatiza que las mujeres estaban saliendo de la oscuridad de la duda y el temor, y por esto menciona que aún estaba oscuro cuando salieron para la tumba. Podemos también suponer que el terremoto y la llegada de los ángeles sucedieron antes de la llegada de las mujeres a la tumba (una lectura superficial de Mateo 28:1-5 parece poner a las mujeres allí cuando sucede el terremoto, pero no es necesario leer el texto así, si recordamos el primer punto del párrafo anterior). También podemos suponer que los ángeles se cambiaron de un lugar a otro durante su estancia en la tumba. Si suponemos que María Magdalena se quedó en la tumba después de que se fueron las otras mujeres, entonces podemos entender que ella tuvo un encuentro separado con Jesus, que recuenta Juan.
Ahora bien, queda claro que es posible combinar las diferentes historias en una narración coherente, aunque no podemos estar seguros de que nuestra combinación sea la correcta; sin embargo, tomando en consideración los criterios que existían para la narración histórica en los días de Jesús, los autores claramente no han caído en error. A la vez, tenemos que recordar que Dios nos ha dado los cuatro evangelios distintos con un propósito, pues él quiere que veamos las diferentes perspectivas de los diferentes autores.
En cuanto a la pregunta, lo más probable es que María Magdalena haya sido la primera en ver a Jesús. Parece ser que María y las mujeres se fueron al sepulcro, vieron a los ángeles y dieron el aviso a los discípulos de la resurrección. Pedro y Juan vinieron, y vieron la tumba vacía, para luego irse. Después de esto, María se quedó mientras los otros se fueron, y es cuando ella vio a Jesús. Más tarde, ese mismo día, los demás lo vieron.
En todo esto, es importante no perdernos en los detalles de lo que realmente pasó, aunque es útil mostrar que sí se pueden armonizar los diferentes recuentos; debemos enfocarnos, más bien, en lo que cada autor nos dice acerca del Jesús resucitado, y la transformación que él desea realizar en la vida de cada uno de nosotros.
Pastor Tony Hancock