Francisco de Asís
I. Su vida
Vivió entre 1181-1226 d.C.
Nació en Asís, Italia.
Su padre era mercader, y Francisco recibió la educación y disfrutó de los privilegios comunes a esta clase social.
A los veintiún años, peleó en la guerra entre Asís y Perugia; fue capturado y rescatado un año después.
Tras su experiencia de ser capturado, experimentó un periodo de introspección; en 1205 hizo peregrinaje a Roma, donde cambió su ropa por la de un pordiosero para conocer la vida del pobre.
Durante un tiempo de oración, oyó una voz que le decía que reconstruyera la iglesia. En los próximos años se dedicó a reconstruir varias iglesias decaídas.
En 1208 oyó una lectura de Mateo 10:7-19 y salió para predicar como ambulante. De aquí empezó la orden franciscana.
II. Su contribución
Francisco siguió muy literalmente las instrucciones de Jesús a sus discípulos, saliendo a predicar el evangelio sin llevar dinero ni morral. Inculcó estos valores a los que le seguían.
Los consejos de la perfección, tomados de Mateo 19, llamaban a una vida de obediencia, pobreza y castidad. Estos fueron los valores que Francisco pretendió vivir e inculcar en la orden que fundó.
Una cualidad central de la orden franciscana era su actitud hacia la pobreza; frente a la gran riqueza de la iglesia de su día y la venalidad de muchos de los religiosos, Francisco enseñó que las riquezas separaban al hombre de Dios.
En 1215 Francisco emprendió un viaje misionero a España, y en 1219 él y once compañeros llegaron a Egipto, predicando ante el sultán.
Antes de la muerte de Francisco ya se notaba que algunos miembros de la orden estaban imponiendo más organización y reuniendo bienes. Después de su muerte la orden degeneró mucho más.
Francisco pasó los últimos años de su vida en soledad sobre el Monte Alverno, donde escribió dos libros: el Testamento, que arguye a favor de una lectura de los evangelios sin glosa, y el Cántico del Sol, un himno al Creador como único merecedor de alabanza.
Aunque el movimiento que él fundó no guardó muy bien sus ideales, millones de creyentes han sido inspirados por la devoción de Francisco, su espíritu de paz y su dependencia del Creador.
III. Sus palabras
Un sólo rayo de sol es suficiente para borrar millones de sombras.
Muriendo es como se nace a la vida eterna.
Algunos pasajes bíblicos de interés:
Sobre el celibato:
Mateo 19:11-12:
Entonces él les dijo: No todos son capaces de recibir esto, sino aquellos a quienes es dado. Pues hay eunucos que nacieron así del vientre de su madre, y hay eunucos que son hechos eunucos por los hombres, y hay eunucos que a sí mismos se hicieron eunucos por causa del reino de los cielos. El que sea capaz de recibir esto, que lo reciba.
1 Timoteo 4:2-3:
Por la hipocresía de mentirosos que, teniendo cauterizada la conciencia, prohibirán casarse, y mandarán abstenerse de alimentos que Dios creó para que con acción de gracias participasen de ellos los creyentes y los que han conocido la verdad. (El celibato es un don para algunos creyentes, pero el celibato tiene que ser voluntario, no obligatorio.)
Sobre la pobreza:
Mateo 6:24:
Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.
1 Timoteo 6:17:
A los ricos de este siglo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en las riquezas, las cuales son inciertas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos. (La riqueza no es mala en sí, pero no puede ser nuestro dios; el Señor nos da las cosas como bendición y para disfrutarlas con gratitud.)
I. Su vida
Vivió entre 1181-1226 d.C.
Nació en Asís, Italia.
Su padre era mercader, y Francisco recibió la educación y disfrutó de los privilegios comunes a esta clase social.
A los veintiún años, peleó en la guerra entre Asís y Perugia; fue capturado y rescatado un año después.
Tras su experiencia de ser capturado, experimentó un periodo de introspección; en 1205 hizo peregrinaje a Roma, donde cambió su ropa por la de un pordiosero para conocer la vida del pobre.
Durante un tiempo de oración, oyó una voz que le decía que reconstruyera la iglesia. En los próximos años se dedicó a reconstruir varias iglesias decaídas.
En 1208 oyó una lectura de Mateo 10:7-19 y salió para predicar como ambulante. De aquí empezó la orden franciscana.
II. Su contribución
Francisco siguió muy literalmente las instrucciones de Jesús a sus discípulos, saliendo a predicar el evangelio sin llevar dinero ni morral. Inculcó estos valores a los que le seguían.
Los consejos de la perfección, tomados de Mateo 19, llamaban a una vida de obediencia, pobreza y castidad. Estos fueron los valores que Francisco pretendió vivir e inculcar en la orden que fundó.
Una cualidad central de la orden franciscana era su actitud hacia la pobreza; frente a la gran riqueza de la iglesia de su día y la venalidad de muchos de los religiosos, Francisco enseñó que las riquezas separaban al hombre de Dios.
En 1215 Francisco emprendió un viaje misionero a España, y en 1219 él y once compañeros llegaron a Egipto, predicando ante el sultán.
Antes de la muerte de Francisco ya se notaba que algunos miembros de la orden estaban imponiendo más organización y reuniendo bienes. Después de su muerte la orden degeneró mucho más.
Francisco pasó los últimos años de su vida en soledad sobre el Monte Alverno, donde escribió dos libros: el Testamento, que arguye a favor de una lectura de los evangelios sin glosa, y el Cántico del Sol, un himno al Creador como único merecedor de alabanza.
Aunque el movimiento que él fundó no guardó muy bien sus ideales, millones de creyentes han sido inspirados por la devoción de Francisco, su espíritu de paz y su dependencia del Creador.
III. Sus palabras
Un sólo rayo de sol es suficiente para borrar millones de sombras.
Muriendo es como se nace a la vida eterna.
Algunos pasajes bíblicos de interés:
Sobre el celibato:
Mateo 19:11-12:
Entonces él les dijo: No todos son capaces de recibir esto, sino aquellos a quienes es dado. Pues hay eunucos que nacieron así del vientre de su madre, y hay eunucos que son hechos eunucos por los hombres, y hay eunucos que a sí mismos se hicieron eunucos por causa del reino de los cielos. El que sea capaz de recibir esto, que lo reciba.
1 Timoteo 4:2-3:
Por la hipocresía de mentirosos que, teniendo cauterizada la conciencia, prohibirán casarse, y mandarán abstenerse de alimentos que Dios creó para que con acción de gracias participasen de ellos los creyentes y los que han conocido la verdad. (El celibato es un don para algunos creyentes, pero el celibato tiene que ser voluntario, no obligatorio.)
Sobre la pobreza:
Mateo 6:24:
Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.
1 Timoteo 6:17:
A los ricos de este siglo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en las riquezas, las cuales son inciertas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos. (La riqueza no es mala en sí, pero no puede ser nuestro dios; el Señor nos da las cosas como bendición y para disfrutarlas con gratitud.)