Martín Lutero
I. Su vida
Vivió entre 1483-1546 d.C.
Nació de padres de clase media en Sajonia, hoy parte de Alemania.
Empezó a estudiar derecho, aunque quiso ser monje; tras encontrarse en un aguacero y prometer a Santa Ana que se haría monje si salía vivo, se dedicó a los ideales monásticos.
Enseñó teología en las universidades de Wittenberg y Erfurt.
En 1517, clavó sus 95 Tesis sobre la puerta de la iglesia de Wittenberg, marcando el inicio de la Reforma.
En el año 1518 fue convertido al entender, según Romanos 1:17, que Dios nos da, en Cristo, la justicia que la Ley demanda.
Aunque no quería separarse de la iglesia católica romana, los líderes de la iglesia rechazaron su doctrina bíblica. De esta forma empezó la Reforma protestante.
II. Su contribución
Como monje, Lutero se dedicó a buscar la justicia mediante la flagelación, la confesión y la penitencia. Sin embargo, no pudo hallar la paz de esta forma. Por fin entendió que la justicia de Dios es un regalo que se recibe por fe; no es producto del esfuerzo humano. La doctrina de la justificación por la fe es uno de los legados más grandes de la Reforma.
En sus 95 Tesis Lutero atacó, entre otras cosas, la venta de las indulgencias. Las indulgencias supuestamente quitaban las satisfacciones que debían los pecadores como parte del sacramento de la penitencia. Durante el día de Lutero, sin embargo, muchos de los vendedores de indulgencias hacían creer a las personas que estaban comprando el perdón de pecados con la indulgencia.
En su libro El cautiverio babilónico de la Iglesia, Lutero consideró los siete sacramentos de la iglesia. Con base bíblica, insistió en que realmente solo había 2 ó 3; el bautismo y la cena del Señor, y posiblemente la penitencia.
Rechazó el concepto de que la misa es un sacrificio repetido que ofrece el sacerdote al Padre. Rechazó también el concepto de un sacerdocio en la iglesia, enseñando que cada creyente es un sacerdote. (No rechazó el concepto del liderazgo, sino más bien la mediación de los sacerdotes.)
En 1520, el papa Leo X emitió una bula llamando a Lutero a retraer sus enseñanzas o ser excomulgado. En la dieta (concilio o reunión) de Worms, no se le permitió defender sus enseñanzas; él declaró que su conciencia era cautiva de la Palabra de Dios, y no podía retraer sus enseñanzas. Tras esta reunión vivió escondido en el castillo de Wartburgo por cierto tiempo; allí tradujo la Biblia del griego y hebreo al alemán.
Lutero discutió con el reformador Zwingli acerca de la cena del Señor. Aunque Lutero rechazó las doctrinas del sacrificio de Cristo en la misa y la transubstanciación, insistió en que Cristo estaba físicamente presente en los elementos de la cena (aunque no definió exactamente cómo). Zwingli enseñaba que la cena del Señor es solamente una conmemoración.
Lutero fue un personaje fuerte y a veces descortés, pero defendió la verdad bíblica con denuedo e impulsó la Reforma.
III. Sus palabras
El corazón de un hombre es una rueda de molino que trabaja sin cesar; si nada echáis a moler corréis el riesgo de que se triture a sí misma.
Aunque el final del mundo sea mañana, hoy plantaré manzanos en mi huerto.
Algunos pasajes bíblicos de interés:
Sobre la gracia:
Romanos 1:17:
Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá.
Romanos 3:22-24:
La justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en él. Porque no hay diferencia, por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús,
Efesios 2:8-10:
Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe. Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas. (Notar que la salvación es sólo por la gracia por medio de la fe, y las obras vienen después.)
Sobre la cena del Señor:
Hebreos 9:26:
De otra manera le hubiera sido necesario padecer muchas veces desde el principio del mundo; pero ahora, en la consumación de los siglos, se presentó una vez para siempre por el sacrificio de sí mismo para quitar de en medio el pecado.
Hebreos 10:10:
En esa voluntad somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre. (Notar que el sacrificio de Cristo se hizo una vez por todas, y por ende, no se tiene que repetir.)
Lucas 22:19:
Y tomó el pan y dio gracias, y lo partió y les dio, diciendo: Esto es mi cuerpo, que por vosotros es dado; haced esto en memoria de mí. (Notar que la cena del Señor es un recordatorio, no un sacrificio repetido; Jesús dijo en otra ocasión, "Yo soy la puerta", pero nadie supone que en ese momento su carne se convirtió en madera.)
I. Su vida
Vivió entre 1483-1546 d.C.
Nació de padres de clase media en Sajonia, hoy parte de Alemania.
Empezó a estudiar derecho, aunque quiso ser monje; tras encontrarse en un aguacero y prometer a Santa Ana que se haría monje si salía vivo, se dedicó a los ideales monásticos.
Enseñó teología en las universidades de Wittenberg y Erfurt.
En 1517, clavó sus 95 Tesis sobre la puerta de la iglesia de Wittenberg, marcando el inicio de la Reforma.
En el año 1518 fue convertido al entender, según Romanos 1:17, que Dios nos da, en Cristo, la justicia que la Ley demanda.
Aunque no quería separarse de la iglesia católica romana, los líderes de la iglesia rechazaron su doctrina bíblica. De esta forma empezó la Reforma protestante.
II. Su contribución
Como monje, Lutero se dedicó a buscar la justicia mediante la flagelación, la confesión y la penitencia. Sin embargo, no pudo hallar la paz de esta forma. Por fin entendió que la justicia de Dios es un regalo que se recibe por fe; no es producto del esfuerzo humano. La doctrina de la justificación por la fe es uno de los legados más grandes de la Reforma.
En sus 95 Tesis Lutero atacó, entre otras cosas, la venta de las indulgencias. Las indulgencias supuestamente quitaban las satisfacciones que debían los pecadores como parte del sacramento de la penitencia. Durante el día de Lutero, sin embargo, muchos de los vendedores de indulgencias hacían creer a las personas que estaban comprando el perdón de pecados con la indulgencia.
En su libro El cautiverio babilónico de la Iglesia, Lutero consideró los siete sacramentos de la iglesia. Con base bíblica, insistió en que realmente solo había 2 ó 3; el bautismo y la cena del Señor, y posiblemente la penitencia.
Rechazó el concepto de que la misa es un sacrificio repetido que ofrece el sacerdote al Padre. Rechazó también el concepto de un sacerdocio en la iglesia, enseñando que cada creyente es un sacerdote. (No rechazó el concepto del liderazgo, sino más bien la mediación de los sacerdotes.)
En 1520, el papa Leo X emitió una bula llamando a Lutero a retraer sus enseñanzas o ser excomulgado. En la dieta (concilio o reunión) de Worms, no se le permitió defender sus enseñanzas; él declaró que su conciencia era cautiva de la Palabra de Dios, y no podía retraer sus enseñanzas. Tras esta reunión vivió escondido en el castillo de Wartburgo por cierto tiempo; allí tradujo la Biblia del griego y hebreo al alemán.
Lutero discutió con el reformador Zwingli acerca de la cena del Señor. Aunque Lutero rechazó las doctrinas del sacrificio de Cristo en la misa y la transubstanciación, insistió en que Cristo estaba físicamente presente en los elementos de la cena (aunque no definió exactamente cómo). Zwingli enseñaba que la cena del Señor es solamente una conmemoración.
Lutero fue un personaje fuerte y a veces descortés, pero defendió la verdad bíblica con denuedo e impulsó la Reforma.
III. Sus palabras
El corazón de un hombre es una rueda de molino que trabaja sin cesar; si nada echáis a moler corréis el riesgo de que se triture a sí misma.
Aunque el final del mundo sea mañana, hoy plantaré manzanos en mi huerto.
Algunos pasajes bíblicos de interés:
Sobre la gracia:
Romanos 1:17:
Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá.
Romanos 3:22-24:
La justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en él. Porque no hay diferencia, por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús,
Efesios 2:8-10:
Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe. Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas. (Notar que la salvación es sólo por la gracia por medio de la fe, y las obras vienen después.)
Sobre la cena del Señor:
Hebreos 9:26:
De otra manera le hubiera sido necesario padecer muchas veces desde el principio del mundo; pero ahora, en la consumación de los siglos, se presentó una vez para siempre por el sacrificio de sí mismo para quitar de en medio el pecado.
Hebreos 10:10:
En esa voluntad somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre. (Notar que el sacrificio de Cristo se hizo una vez por todas, y por ende, no se tiene que repetir.)
Lucas 22:19:
Y tomó el pan y dio gracias, y lo partió y les dio, diciendo: Esto es mi cuerpo, que por vosotros es dado; haced esto en memoria de mí. (Notar que la cena del Señor es un recordatorio, no un sacrificio repetido; Jesús dijo en otra ocasión, "Yo soy la puerta", pero nadie supone que en ese momento su carne se convirtió en madera.)