¿Puedo tomar alcohol?
Hemos recibido este mensaje: Mi pregunta es: ¿es pecado o está mal hecho tomar un poco de vino de vez en cuando sin exagerar - 1ra Timoteo 3:3, 1ra Timoteo 5:23? Le agradecería su respuesta (con citas).
Respuesta:
Consideremos primeramente los versículos que cita nuestro hermano.
Primera de Timoteo 3:3 dice lo siguiente: no dado al vino, no pendenciero, no codicioso de ganancias deshonestas, sino amable, apacible, no avaro. Este versículo forma parte de los requisitos para los obispos (o ancianos) dentro de la iglesia. Es necesario que sean hombres libres del dominio de los vicios; en esta caso se menciona el vicio del alcohol, pero también se incluyen por extensión las otras substancias adictivas.
Primera de Timoteo 5:23 dice asi: Ya no bebas agua, sino usa de un poco de vino por causa de tu estómago y de tus frecuentes enfermedades. Este verso se refiere claramente a un uso médico del alcohol, no su uso en contextos sociales. Algunos eruditos han sugerido que el vino podría ayudar a controlar los parásitos, ya que se menciona el estómago. En realidad, no sabemos cuál fue el problema de Timoteo, pero queda claro que el uso del vino que se recomienda aquí es por razones médicas. Hoy en día tenemos otros medicamentos que tratan estos problemas, así que la aplicación para nosotros es que debemos usar las medicinas que tenemos a nuestra disposición, y no esperar que Dios sane todas nuestras enfermedades. Dios sana, desde luego; pero en la mayoría de los casos lo hace cuando la medicina ya no puede más, y no simplemente para nuestra conveniencia.
Existen algunas culturas en las que el consumo del alcohol es aceptable entre creyentes en moderación. Desde luego, la Biblia prohíbe al creyente el consumo excesivo; nos dice Efesios 5:18, No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu. Mas allá de esto, podemos concluir que el consumo del alcohol es mejor evitado por el creyente, sobre todo dentro del contexto latino.
La Biblia nos da varias razones para evitar el consumo del alcohol. Por una parte, es una falta de sabiduría. Nos lo dice Proverbios 20:1: El vino es escarnecedor, la sidra alborotadora, y cualquiera que por ellos yerra no es sabio. Las bebidas embriagantes pronto nos llevan al error, y tratar de consumirlos en moderación puede ser el primer paso a la disolución. También leemos en Proverbios 31:4 lo siguiente: No es de los reyes, oh Lemuel, no es de los reyes beber vino, ni de los príncipes la sidra. Ahora bien, sabemos que hemos sido llamados a reinar con Cristo; debemos vivir como la realeza que somos, y parte de esto - según este pasaje - es evitar el consumo del alcohol.
Por otra parte, aunque quizás alguno de nosotros sea capaz de consumir alcohol en moderación, su libertad podría ser causa de ofensa a su hermano. No me refiero simplemente a que alguien se podría ofender por nuestro consumo del alcohol, sino que alguien que se está recuperando del alcoholismo podría recaer al ver nuestro ejercicio de la libertad. En nuestras iglesias latinas hay muchas personas que han vivido en el alcoholismo. Aunque tú o yo no tengamos ese problema, les apoyamos en su liberación cuando nos abstenemos voluntariamente de tomar para que ellos no caigan. Nos dice Pablo: Todo me es lícito, pero no todo conviene; todo me es lícito, pero no todo edifica. Ninguno busque su propio bien, sino el del otro. (1 Corintios 10:23-24) La actitud del cristiano no debe ser, a ver hasta dónde puedo llegar sin pecar, sino más bien, qué es lo que llevará a la edificacion del cuerpo. Como dice 1 Corintios 10:31-32, Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios. No seáis tropiezo ni a judíos, ni a gentiles, ni a la iglesia de Dios. Nuestro deseo como creyentes debe de ser no hacer tropezar a nadie, y nuestro consumo del alcohol, aunque moderado, puede bien servir como piedra de tropiezo a otro.
Podemos mencionar tambien una razón practica. Los científicos nos dicen que es muy probable que exista una debilidad genética que nos predisponga al alcoholismo. En base a esta idea, muchos prefieren nombrar "enfermedad" al alcoholismo. Si es una enfermedad, es una que muy fácilmente se evita; el que nunca toma un trago, no podrá ser afectado por esta supuesta enfermedad. Ninguno de nosotros sabe si tiene o no el gene del alcoholismo, suponiendo que tal cosa exista. Evitando el alcohol, no tenemos que preocuparnos de si lo tenemos o no. Quedamos automáticamente protegidos al abstener.
En conclusión, ¿podemos decir que tomar un poco de alcohol es un pecado? No podemos decir esto bíblicamente, pero sí podemos concluir que, como dice la pregunta, está mala hecho tomar un poco de vino, pues no es el camino de la sabiduría, podría ocasionar la caída de un hermano, y nos protegemos a nosotros mismos al abstener. Si vivimos llenos del gozo y la paz que nos da el Espíritu Santo, no nos hará falta consumir estimulantes artificiales.
Pastor Tony Hancock
Hemos recibido este mensaje: Mi pregunta es: ¿es pecado o está mal hecho tomar un poco de vino de vez en cuando sin exagerar - 1ra Timoteo 3:3, 1ra Timoteo 5:23? Le agradecería su respuesta (con citas).
Respuesta:
Consideremos primeramente los versículos que cita nuestro hermano.
Primera de Timoteo 3:3 dice lo siguiente: no dado al vino, no pendenciero, no codicioso de ganancias deshonestas, sino amable, apacible, no avaro. Este versículo forma parte de los requisitos para los obispos (o ancianos) dentro de la iglesia. Es necesario que sean hombres libres del dominio de los vicios; en esta caso se menciona el vicio del alcohol, pero también se incluyen por extensión las otras substancias adictivas.
Primera de Timoteo 5:23 dice asi: Ya no bebas agua, sino usa de un poco de vino por causa de tu estómago y de tus frecuentes enfermedades. Este verso se refiere claramente a un uso médico del alcohol, no su uso en contextos sociales. Algunos eruditos han sugerido que el vino podría ayudar a controlar los parásitos, ya que se menciona el estómago. En realidad, no sabemos cuál fue el problema de Timoteo, pero queda claro que el uso del vino que se recomienda aquí es por razones médicas. Hoy en día tenemos otros medicamentos que tratan estos problemas, así que la aplicación para nosotros es que debemos usar las medicinas que tenemos a nuestra disposición, y no esperar que Dios sane todas nuestras enfermedades. Dios sana, desde luego; pero en la mayoría de los casos lo hace cuando la medicina ya no puede más, y no simplemente para nuestra conveniencia.
Existen algunas culturas en las que el consumo del alcohol es aceptable entre creyentes en moderación. Desde luego, la Biblia prohíbe al creyente el consumo excesivo; nos dice Efesios 5:18, No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu. Mas allá de esto, podemos concluir que el consumo del alcohol es mejor evitado por el creyente, sobre todo dentro del contexto latino.
La Biblia nos da varias razones para evitar el consumo del alcohol. Por una parte, es una falta de sabiduría. Nos lo dice Proverbios 20:1: El vino es escarnecedor, la sidra alborotadora, y cualquiera que por ellos yerra no es sabio. Las bebidas embriagantes pronto nos llevan al error, y tratar de consumirlos en moderación puede ser el primer paso a la disolución. También leemos en Proverbios 31:4 lo siguiente: No es de los reyes, oh Lemuel, no es de los reyes beber vino, ni de los príncipes la sidra. Ahora bien, sabemos que hemos sido llamados a reinar con Cristo; debemos vivir como la realeza que somos, y parte de esto - según este pasaje - es evitar el consumo del alcohol.
Por otra parte, aunque quizás alguno de nosotros sea capaz de consumir alcohol en moderación, su libertad podría ser causa de ofensa a su hermano. No me refiero simplemente a que alguien se podría ofender por nuestro consumo del alcohol, sino que alguien que se está recuperando del alcoholismo podría recaer al ver nuestro ejercicio de la libertad. En nuestras iglesias latinas hay muchas personas que han vivido en el alcoholismo. Aunque tú o yo no tengamos ese problema, les apoyamos en su liberación cuando nos abstenemos voluntariamente de tomar para que ellos no caigan. Nos dice Pablo: Todo me es lícito, pero no todo conviene; todo me es lícito, pero no todo edifica. Ninguno busque su propio bien, sino el del otro. (1 Corintios 10:23-24) La actitud del cristiano no debe ser, a ver hasta dónde puedo llegar sin pecar, sino más bien, qué es lo que llevará a la edificacion del cuerpo. Como dice 1 Corintios 10:31-32, Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios. No seáis tropiezo ni a judíos, ni a gentiles, ni a la iglesia de Dios. Nuestro deseo como creyentes debe de ser no hacer tropezar a nadie, y nuestro consumo del alcohol, aunque moderado, puede bien servir como piedra de tropiezo a otro.
Podemos mencionar tambien una razón practica. Los científicos nos dicen que es muy probable que exista una debilidad genética que nos predisponga al alcoholismo. En base a esta idea, muchos prefieren nombrar "enfermedad" al alcoholismo. Si es una enfermedad, es una que muy fácilmente se evita; el que nunca toma un trago, no podrá ser afectado por esta supuesta enfermedad. Ninguno de nosotros sabe si tiene o no el gene del alcoholismo, suponiendo que tal cosa exista. Evitando el alcohol, no tenemos que preocuparnos de si lo tenemos o no. Quedamos automáticamente protegidos al abstener.
En conclusión, ¿podemos decir que tomar un poco de alcohol es un pecado? No podemos decir esto bíblicamente, pero sí podemos concluir que, como dice la pregunta, está mala hecho tomar un poco de vino, pues no es el camino de la sabiduría, podría ocasionar la caída de un hermano, y nos protegemos a nosotros mismos al abstener. Si vivimos llenos del gozo y la paz que nos da el Espíritu Santo, no nos hará falta consumir estimulantes artificiales.
Pastor Tony Hancock