Juan Calvino
I. Su vida
Vivió entre 1509-1564 d.C.
Nació en Francia, de un oficial de diócesis.
Su padre lo envió a París para estudiar arte en preparación para el sacerdocio; luego lo transfirió a Orleáns para estudiar derecho. Fue aquí que Juan tuvo, en su propia frase, una "conversión repentina" a las ideas bíblicas de la Reforma protestante.
Empezó a enseñar y predicar de manera informal. En el año 1534 el protestantismo irrumpió en Francia; la reacción fue la persecución oficial, y Calvino se trasladó a Basel, Suiza.
En 1536 publicó la primera edición de su obra maestra, Institución de la Religión Cristiana. Fue dedicada al rey cristiano de Francia, con el deseo de que éste viera los errores del catolicismo.
Se dirigía a Estrasburgo cuando se halló en Ginebra, obligado a desviarse hacia esta ciudad por una guerra local. El pastor Guillermo Farel le pidió que se quedara en Ginebra para servir al Señor. Calvino estuvo allí desde 1536 hasta su muerte en 1564, con excepción de tres años de exilio (1538-1541) debidos a una disputa con algunas familias de influencia en Ginebra.
Durante su tiempo en Ginebra publicó varias ediciones de sus Instituciones, como también comentarios bíblicos. Su impacto sobre el cristianismo y sobre la cultura del Oeste es difícil de exagerar.
II. Su contribución
Calvino ministró como pastor y predicador en Ginebra, buscando fomentar una sociedad cristiana; aunque en su doctrina Calvino sembró las semillas de la separación de iglesia y estado, le fue difícil dejar por completo la influencia de la iglesia católica medieval. Por este motivo, las autoridades civiles en Ginebra daban vigor a las prohibiciones de la herejía, la blasfemia y la inmoralidad.
Aunque Ginebra no habría sido morada agradable para un pagano libertino, los seis mil refugiados protestantes que llegaron durante los días de Calvino encontraron allí un hogar acogedor.
El mayor legado de Calvino es su teología, aunque desgraciadamente hay muchas ideas equivocadas acerca de ella; muchos piensan, por ejemplo, que Calvino enfatiza la destrucción de los reprobados en las Instituciones, cuando en realidad su tema principal es Cristo como Salvador.
Enseñó, con bases bíblicas, los énfasis del pensamiento reformado: la fe sola, la Escritura sola, la gracia sola, Cristo solo, la gloria de Dios sola.
Calvino fue un teólogo bíblico; las Instituciones detallan siempre las bases bíblicas de sus enseñanzas, y sirven como preparación para sus comentarios. Fue también un teólogo sistemático, tomando de la primera generación de formadores, como también de los padres de la iglesia. Se consideraba vocero de la iglesia universal; para el, el sistema papal se había alejado de las fuentes bíblicas.
Calvino insistía en que la salvación es solamente un regalo de Dios, aunque se demuestra en las buenas obras. Calvino también separaba la presencia de Cristo en la Cena del Señor de los elementos – es decir, evitaba la enseñanza de Lutero que insistía en que Cristo estaba físicamente presente en los elementos.
III. Sus palabras
Le doy gracias a Dios, quien tuvo misericordia de mí…. El me liberó de la profunda oscuridad de la idolatría en la que me hallaba sumergido, para traerme a la luz de su evangelio…. No tengo ninguna otra defensa ni refugio para salvación que su libre adopción, de la cual solamente depende mi salvación. Con toda el alma abrazo la misericordia que él me ha mostrado por medio de Cristo Jesús, haciendo expiación por mis pecados con los méritos de su muerte y pasión, para que de esta manera él pudiera hacer satisfacción por todas mis ofensas y fallas y borrarlos de su recuerdo.
I. Su vida
Vivió entre 1509-1564 d.C.
Nació en Francia, de un oficial de diócesis.
Su padre lo envió a París para estudiar arte en preparación para el sacerdocio; luego lo transfirió a Orleáns para estudiar derecho. Fue aquí que Juan tuvo, en su propia frase, una "conversión repentina" a las ideas bíblicas de la Reforma protestante.
Empezó a enseñar y predicar de manera informal. En el año 1534 el protestantismo irrumpió en Francia; la reacción fue la persecución oficial, y Calvino se trasladó a Basel, Suiza.
En 1536 publicó la primera edición de su obra maestra, Institución de la Religión Cristiana. Fue dedicada al rey cristiano de Francia, con el deseo de que éste viera los errores del catolicismo.
Se dirigía a Estrasburgo cuando se halló en Ginebra, obligado a desviarse hacia esta ciudad por una guerra local. El pastor Guillermo Farel le pidió que se quedara en Ginebra para servir al Señor. Calvino estuvo allí desde 1536 hasta su muerte en 1564, con excepción de tres años de exilio (1538-1541) debidos a una disputa con algunas familias de influencia en Ginebra.
Durante su tiempo en Ginebra publicó varias ediciones de sus Instituciones, como también comentarios bíblicos. Su impacto sobre el cristianismo y sobre la cultura del Oeste es difícil de exagerar.
II. Su contribución
Calvino ministró como pastor y predicador en Ginebra, buscando fomentar una sociedad cristiana; aunque en su doctrina Calvino sembró las semillas de la separación de iglesia y estado, le fue difícil dejar por completo la influencia de la iglesia católica medieval. Por este motivo, las autoridades civiles en Ginebra daban vigor a las prohibiciones de la herejía, la blasfemia y la inmoralidad.
Aunque Ginebra no habría sido morada agradable para un pagano libertino, los seis mil refugiados protestantes que llegaron durante los días de Calvino encontraron allí un hogar acogedor.
El mayor legado de Calvino es su teología, aunque desgraciadamente hay muchas ideas equivocadas acerca de ella; muchos piensan, por ejemplo, que Calvino enfatiza la destrucción de los reprobados en las Instituciones, cuando en realidad su tema principal es Cristo como Salvador.
Enseñó, con bases bíblicas, los énfasis del pensamiento reformado: la fe sola, la Escritura sola, la gracia sola, Cristo solo, la gloria de Dios sola.
Calvino fue un teólogo bíblico; las Instituciones detallan siempre las bases bíblicas de sus enseñanzas, y sirven como preparación para sus comentarios. Fue también un teólogo sistemático, tomando de la primera generación de formadores, como también de los padres de la iglesia. Se consideraba vocero de la iglesia universal; para el, el sistema papal se había alejado de las fuentes bíblicas.
Calvino insistía en que la salvación es solamente un regalo de Dios, aunque se demuestra en las buenas obras. Calvino también separaba la presencia de Cristo en la Cena del Señor de los elementos – es decir, evitaba la enseñanza de Lutero que insistía en que Cristo estaba físicamente presente en los elementos.
III. Sus palabras
Le doy gracias a Dios, quien tuvo misericordia de mí…. El me liberó de la profunda oscuridad de la idolatría en la que me hallaba sumergido, para traerme a la luz de su evangelio…. No tengo ninguna otra defensa ni refugio para salvación que su libre adopción, de la cual solamente depende mi salvación. Con toda el alma abrazo la misericordia que él me ha mostrado por medio de Cristo Jesús, haciendo expiación por mis pecados con los méritos de su muerte y pasión, para que de esta manera él pudiera hacer satisfacción por todas mis ofensas y fallas y borrarlos de su recuerdo.