Justino Mártir
I. Su vida
Vivió entre 100-165 d.C.
Nació de padres gentiles en Neápolis (hoy Nablus), en Samaria.
Buscó la verdad en las filosofías paganas, hasta que a la edad de 33 años conoció a un creyente anciano quien le habló de Cristo; también le convenció el valor de los mártires cristianos.
Fue el primero de los apologistas, quienes ofrecieron una defensa intelectual de la fe cristiana.
Murió por su fe en 165 d.C. con seis otros creyentes.
II. Su contribución
Defendió la superioridad de la fe cristiana ante el mundo pagano y ante el judaísmo; enseñó que los griegos tenían algunas verdades parciales y que los judíos habían recibido una revelación de validez temporal, pero que la verdad completa vino sólo en el Logos encarnado, Cristo Jesús.
Usó su educación filosófica para defender la fe; enseñó que había semillas del logos (la Palabra lógica de Dios) regadas en las filosofías humanas. Sus escritos incluyen su Primera y su Segunda Apología.
Refutó las acusaciones de ateísmo, inmoralidad y canibalismo que los paganos lanzaban contra la iglesia.
Su Diálogo con Trifón demuestra que el cristianismo es el cumplimiento del judaísmo y del Antiguo Testamento (en contraste con Marción, el hereje); cita profecías cumplidas y usa la tipología para comprobar que Jesús es el Mesías.
III. Sus palabras
Al emperador: Usted puede matarnos, pero no lastimarnos.
Toda cosa correctamente dicha entre los hombres es propiedad de nosotros los cristianos.
El Hijo de Dios se hizo hombre por medio de la virgen, para que la desobediencia causada por la serpiente pudiera ser destruida de la misma manera en que originó.
I. Su vida
Vivió entre 100-165 d.C.
Nació de padres gentiles en Neápolis (hoy Nablus), en Samaria.
Buscó la verdad en las filosofías paganas, hasta que a la edad de 33 años conoció a un creyente anciano quien le habló de Cristo; también le convenció el valor de los mártires cristianos.
Fue el primero de los apologistas, quienes ofrecieron una defensa intelectual de la fe cristiana.
Murió por su fe en 165 d.C. con seis otros creyentes.
II. Su contribución
Defendió la superioridad de la fe cristiana ante el mundo pagano y ante el judaísmo; enseñó que los griegos tenían algunas verdades parciales y que los judíos habían recibido una revelación de validez temporal, pero que la verdad completa vino sólo en el Logos encarnado, Cristo Jesús.
Usó su educación filosófica para defender la fe; enseñó que había semillas del logos (la Palabra lógica de Dios) regadas en las filosofías humanas. Sus escritos incluyen su Primera y su Segunda Apología.
Refutó las acusaciones de ateísmo, inmoralidad y canibalismo que los paganos lanzaban contra la iglesia.
Su Diálogo con Trifón demuestra que el cristianismo es el cumplimiento del judaísmo y del Antiguo Testamento (en contraste con Marción, el hereje); cita profecías cumplidas y usa la tipología para comprobar que Jesús es el Mesías.
III. Sus palabras
Al emperador: Usted puede matarnos, pero no lastimarnos.
Toda cosa correctamente dicha entre los hombres es propiedad de nosotros los cristianos.
El Hijo de Dios se hizo hombre por medio de la virgen, para que la desobediencia causada por la serpiente pudiera ser destruida de la misma manera en que originó.