¿Qué es el pan de la proposición?
Hemos recibido la siguiente interrogante: ¿Me pudiera explicar que son los PANES DE LA PROPOSICION?
Respuesta:
Los panes de la proposición se mencionan como parte del ritual asociado con el tabernáculo de Moisés, y posteriormente con el templo. El tabernáculo fue simplemente una versión movible del templo, así que el simbolismo es el mismo. Algunas versiones modernas han traducido la frase "panes de la proposición" con "panes de la presencia", lo cual comunica quizás un poco mejor el concepto, pues nuestra palabra en español "proposición" ya no significa, literalmente, pro-posición. Podemos leer las instrucciones para el pan de la presencia en Exodo 25:29-31, entre otros pasajes. El pasaje que más ilumina el significado de los panes de la presencia se encuentra en Levítico 24:5-9, que aparece en seguida:
Y tomarás flor de harina, y cocerás de ella doce tortas; cada torta será de dos décimas de efa. Y las pondrás en dos hileras, seis en cada hilera, sobre la mesa limpia delante de Jehova. Pondrás también sobre cada hilera incienso puro, y será para el pan como perfume, ofrenda encendida a Jehova. Cada día de reposo lo pondrás continuamente en orden delante de Jehová, en nombre de los hijos de Israel, como pacto perpetuo. Y será de Aarón y de sus hijos, los cuales lo comerán en lugar santo; porque es cosa muy santa para él, de las ofrendas encendidas a Jehová, por derecho perpetuo.
(Nota al lector: he copiado el texto de este sitio, que tiene varias ayudas muy útiles.)
Ahora bien, ¿cuál es el significado de estos panes? Tenemos que recordar, primeramente, que el pan es un sustento básico en toda la Biblia, a tal grado que se puede decir "No sólo de pan vivirá el hombre", y en la palabra "pan" se engloba todo lo necesario para el sustento físico. El pan de la presencia, entonces, representaba la provisión de Dios para las necesidades de su pueblo. El hecho de que había pan en la presencia de Dios significaba que él era la fuente de toda provisión para su pueblo. Esta realidad se subraya con el hecho de que había doce panes, uno para cada tribu de Israel.
El significado va mas allá de esto, sin embargo, porque notamos en nuestro pasaje de Levítico que los sacerdotes debían comer el pan en el lugar santo, frente a la presencia de Dios (que estaba en el lugar santísimo, encima del arca del pacto). Compartir una comida con alguien es una forma de tener un compañerismo cercano con esta persona. Esto explica, por ejemplo, la declaración paulina de que el creyente ni siquiera debe comer con la persona que se llama creyente pero vive en pecado vil (1 Corintios 5:11). Cuando leemos, entonces, que los sacerdotes debían comer el pan en la presencia de Dios, podemos entender que ellos estaban compartiendo una comida con el Señor. Esto ilustra la relación cercana que debía formar la base del servicio de los sacerdotes a Dios. No servían a un dios como el de algunas de las naciones vecinas, un dios que les exigía que sacrificaran a sus hijos; servían a un Dios que les invitaba a comer con él.
Cuando pasamos al Nuevo Testamento, el nuevo pacto que Jesús inauguró, encontramos ecos de esta realidad. Jesús mismo se declaró el pan del cielo, y aunque el referente directo de esta declaración era el maná, podemos ver también en el pan de la presencia una prefiguración de Jesucristo, ya que el pan de la presencia representaba la provisión material para el pueblo de Dios, y Jesús representa la provisión espiritual que Dios ha hecho. De igual manera, cuando Jesus comparte con sus discípulos la última cena antes de su muerte, el referente directo es la cena de Pascua; pero podemos oír ecos de la cena que compartían los sacerdotes ante Dios, sobre todo cuando recordamos que la Biblia nos declara sacerdotes bajo el nuevo pacto (Apocalipsis 1:5-7).
Jesús nos ha abierto el camino a la presencia de Dios, ya que él es el templo verdadero. En él se cumplen todas las sombras, los símbolos que prefiguraba el templo de Jerusalén. El es nuestro pan, el pan que satisface todas nuestras necesidades.
Pastor Tony Hancock
Hemos recibido la siguiente interrogante: ¿Me pudiera explicar que son los PANES DE LA PROPOSICION?
Respuesta:
Los panes de la proposición se mencionan como parte del ritual asociado con el tabernáculo de Moisés, y posteriormente con el templo. El tabernáculo fue simplemente una versión movible del templo, así que el simbolismo es el mismo. Algunas versiones modernas han traducido la frase "panes de la proposición" con "panes de la presencia", lo cual comunica quizás un poco mejor el concepto, pues nuestra palabra en español "proposición" ya no significa, literalmente, pro-posición. Podemos leer las instrucciones para el pan de la presencia en Exodo 25:29-31, entre otros pasajes. El pasaje que más ilumina el significado de los panes de la presencia se encuentra en Levítico 24:5-9, que aparece en seguida:
Y tomarás flor de harina, y cocerás de ella doce tortas; cada torta será de dos décimas de efa. Y las pondrás en dos hileras, seis en cada hilera, sobre la mesa limpia delante de Jehova. Pondrás también sobre cada hilera incienso puro, y será para el pan como perfume, ofrenda encendida a Jehova. Cada día de reposo lo pondrás continuamente en orden delante de Jehová, en nombre de los hijos de Israel, como pacto perpetuo. Y será de Aarón y de sus hijos, los cuales lo comerán en lugar santo; porque es cosa muy santa para él, de las ofrendas encendidas a Jehová, por derecho perpetuo.
(Nota al lector: he copiado el texto de este sitio, que tiene varias ayudas muy útiles.)
Ahora bien, ¿cuál es el significado de estos panes? Tenemos que recordar, primeramente, que el pan es un sustento básico en toda la Biblia, a tal grado que se puede decir "No sólo de pan vivirá el hombre", y en la palabra "pan" se engloba todo lo necesario para el sustento físico. El pan de la presencia, entonces, representaba la provisión de Dios para las necesidades de su pueblo. El hecho de que había pan en la presencia de Dios significaba que él era la fuente de toda provisión para su pueblo. Esta realidad se subraya con el hecho de que había doce panes, uno para cada tribu de Israel.
El significado va mas allá de esto, sin embargo, porque notamos en nuestro pasaje de Levítico que los sacerdotes debían comer el pan en el lugar santo, frente a la presencia de Dios (que estaba en el lugar santísimo, encima del arca del pacto). Compartir una comida con alguien es una forma de tener un compañerismo cercano con esta persona. Esto explica, por ejemplo, la declaración paulina de que el creyente ni siquiera debe comer con la persona que se llama creyente pero vive en pecado vil (1 Corintios 5:11). Cuando leemos, entonces, que los sacerdotes debían comer el pan en la presencia de Dios, podemos entender que ellos estaban compartiendo una comida con el Señor. Esto ilustra la relación cercana que debía formar la base del servicio de los sacerdotes a Dios. No servían a un dios como el de algunas de las naciones vecinas, un dios que les exigía que sacrificaran a sus hijos; servían a un Dios que les invitaba a comer con él.
Cuando pasamos al Nuevo Testamento, el nuevo pacto que Jesús inauguró, encontramos ecos de esta realidad. Jesús mismo se declaró el pan del cielo, y aunque el referente directo de esta declaración era el maná, podemos ver también en el pan de la presencia una prefiguración de Jesucristo, ya que el pan de la presencia representaba la provisión material para el pueblo de Dios, y Jesús representa la provisión espiritual que Dios ha hecho. De igual manera, cuando Jesus comparte con sus discípulos la última cena antes de su muerte, el referente directo es la cena de Pascua; pero podemos oír ecos de la cena que compartían los sacerdotes ante Dios, sobre todo cuando recordamos que la Biblia nos declara sacerdotes bajo el nuevo pacto (Apocalipsis 1:5-7).
Jesús nos ha abierto el camino a la presencia de Dios, ya que él es el templo verdadero. En él se cumplen todas las sombras, los símbolos que prefiguraba el templo de Jerusalén. El es nuestro pan, el pan que satisface todas nuestras necesidades.
Pastor Tony Hancock