Patricio
I. Su vida
Vivió entre 389-461? d.C.
Nació en una familia cristiana en Bretaña; a los dieciséis años, fue capturado por piratas y llevado a Irlanda como esclavo.
Seis años después de su captura escapó y regresó a casa.
Al volver a casa continuó la educación que su esclavitud había interrumpido; en un sueño, oyó a los irlandeses suplicándole que regresara a ellos.
Llegó a Irlanda como misionero en el año 432 y pasó el resto de su vida evangelizando aquel país.
II. Su contribución
La Bretaña nativa de Patricio había sido evangelizada desde el siglo II, pero Irlanda no; los irlandeses eran celtas que vivían en tribus. Su religión druida era supersticiosa y mágica.
Patricio estableció una iglesia descentralizada y netamente celta, tomando en cuenta la cultura local, contextualizando el mensaje dentro de la cultura local.
Sus convertidos venían de todos los niveles de la sociedad celta, desde los más sencillos hasta la realeza.
Dejó por lo menos dos libros que se le pueden atribuir con seguridad; existen varios escritos apócrifos. Se consideraba a sí mismo mal educado y pobre escritor, pero sus escritos muestran gran sencillez y humildad.
La iglesia celta establecida por Patricio prosperó por más de dos siglos, hasta ser asimilada por la iglesia romana. En general, la teología de los celtas era ortodoxa, pero su iglesia era mucho más descentralizada que la iglesia romana. Algunos autores posteriores intentaron ligar a Patricio con Roma más de lo que la historia justifica.
Crecieron muchas leyendas en torno a Patricio; se dijo de él, por ejemplo, que había ahuyentado a todas las serpientes de Irlanda. Detrás de estas leyendas está un gran misionero y héroe de la iglesia.
III. Sus palabras
Por eso no puedo callar, ni conviene por cierto, tantos beneficios y tanta gracia que el Señor se dignó concederme en la
tierra de mi cautiverio; porque esta es nuestra retribución: después de nuestra corrección y reconocimiento de Dios exaltar y confesar sus maravillas, delante de toda nación que está bajo todo cielo. Confesión 3
Porque no hay otro Dios ni fue nunca ni antes, ni será después de ahora, salvo Dios Padre ingénito, sin principio, de quien viene todo principio, quien tiene todas las cosas, como decimos. Y su hijo Jesucristo, de quien testimoniamos que siempre ha estado con el Padre, engendrado espiritualmente en el Padre antes del origen del mundo, engendrado de modo inenarrable antes de todo principio. Y por él fueron hechas todas las cosas visibles y las invisibles, fue hecho el hombre; despues de vencer a la muerte fue recibido en los cielos junto al Padre, y le dio todo poder sobre todo nombre de cosas celestes, terrestres e infernales; y que toda lengua confiese que el Señor Dios es Jesucristo, en quien creemos y de quien aguardamos su venida inminente, juez de vivos y muertos, que devolverá a cada uno según sus acciones; y derramó abundantemente en nosotros el Espíritu Santo, don y prenda de inmortalidad, quien hace que los creyentes y obedientes sean hijos de Dios y coherederos de Cristo, a quien confesamos y adoramos como único Dios en la Trinidad de su sacro nombre. Confesión 4
Mas ría e insulte quien quiera; yo no callaré ni escondo las señales y maravillas que me fueron mostradas por el Señor, muchos años antes de que se cumplieran; por él, que conoce todas las cosas, incluso antes de los tiempos seculares. Confesión 45
(Todas las traducciones son de Raul Lavalle)
I. Su vida
Vivió entre 389-461? d.C.
Nació en una familia cristiana en Bretaña; a los dieciséis años, fue capturado por piratas y llevado a Irlanda como esclavo.
Seis años después de su captura escapó y regresó a casa.
Al volver a casa continuó la educación que su esclavitud había interrumpido; en un sueño, oyó a los irlandeses suplicándole que regresara a ellos.
Llegó a Irlanda como misionero en el año 432 y pasó el resto de su vida evangelizando aquel país.
II. Su contribución
La Bretaña nativa de Patricio había sido evangelizada desde el siglo II, pero Irlanda no; los irlandeses eran celtas que vivían en tribus. Su religión druida era supersticiosa y mágica.
Patricio estableció una iglesia descentralizada y netamente celta, tomando en cuenta la cultura local, contextualizando el mensaje dentro de la cultura local.
Sus convertidos venían de todos los niveles de la sociedad celta, desde los más sencillos hasta la realeza.
Dejó por lo menos dos libros que se le pueden atribuir con seguridad; existen varios escritos apócrifos. Se consideraba a sí mismo mal educado y pobre escritor, pero sus escritos muestran gran sencillez y humildad.
La iglesia celta establecida por Patricio prosperó por más de dos siglos, hasta ser asimilada por la iglesia romana. En general, la teología de los celtas era ortodoxa, pero su iglesia era mucho más descentralizada que la iglesia romana. Algunos autores posteriores intentaron ligar a Patricio con Roma más de lo que la historia justifica.
Crecieron muchas leyendas en torno a Patricio; se dijo de él, por ejemplo, que había ahuyentado a todas las serpientes de Irlanda. Detrás de estas leyendas está un gran misionero y héroe de la iglesia.
III. Sus palabras
Por eso no puedo callar, ni conviene por cierto, tantos beneficios y tanta gracia que el Señor se dignó concederme en la
tierra de mi cautiverio; porque esta es nuestra retribución: después de nuestra corrección y reconocimiento de Dios exaltar y confesar sus maravillas, delante de toda nación que está bajo todo cielo. Confesión 3
Porque no hay otro Dios ni fue nunca ni antes, ni será después de ahora, salvo Dios Padre ingénito, sin principio, de quien viene todo principio, quien tiene todas las cosas, como decimos. Y su hijo Jesucristo, de quien testimoniamos que siempre ha estado con el Padre, engendrado espiritualmente en el Padre antes del origen del mundo, engendrado de modo inenarrable antes de todo principio. Y por él fueron hechas todas las cosas visibles y las invisibles, fue hecho el hombre; despues de vencer a la muerte fue recibido en los cielos junto al Padre, y le dio todo poder sobre todo nombre de cosas celestes, terrestres e infernales; y que toda lengua confiese que el Señor Dios es Jesucristo, en quien creemos y de quien aguardamos su venida inminente, juez de vivos y muertos, que devolverá a cada uno según sus acciones; y derramó abundantemente en nosotros el Espíritu Santo, don y prenda de inmortalidad, quien hace que los creyentes y obedientes sean hijos de Dios y coherederos de Cristo, a quien confesamos y adoramos como único Dios en la Trinidad de su sacro nombre. Confesión 4
Mas ría e insulte quien quiera; yo no callaré ni escondo las señales y maravillas que me fueron mostradas por el Señor, muchos años antes de que se cumplieran; por él, que conoce todas las cosas, incluso antes de los tiempos seculares. Confesión 45
(Todas las traducciones son de Raul Lavalle)