Guillermo Carey
I. Su vida
Vivió entre 1761-1834.
Nació en la aldea de Paulerspury, Inglaterra; su padre fue maestro de escuela.
A la edad de 14 años se hizo aprendiz de un zapatero; trabajo por varios años en esta capacidad.
Se conoce como el padre de las misiones modernas por su influencia en el desarrollo del movimiento moderno de misiones evangélicas.
Sirvió por cuarenta años como misionero a la India, sin regresar ninguna vez a su hogar en Inglaterra.
Impulsó la fundación de la Sociedad Misionera Bautista; sus escritos sobre la teoría y la práctica misioneras, como también sus prácticas en el ministerio, siguen guiando a las misiones.
II. Su contribución
Como zapatero, empezó a estudiar el Nuevo Testamento y el idioma griego; con sus veinte y pico de años, predicaba en una pequeña iglesia bautista – a dos horas de su casa.
Tenía un interes natural en la geografía y los viajes. Empezó a sentir una carga por las muchas naciones donde no se conocía el evangelio.
En una reunión de pastores en 1786, Carey planteó la cuestión de la Gran Comisión y su aplicabilidad a la era moderna. Durante su día, lastimosamente, la mayoría de los creyentes pensaba que la Gran Comisión había sido solamente para los apostoles. El planteamiento de Carey no fue aceptado en este momento.
En 1792 publicó su libro sobre la responsabilidad de la iglesia de llevar el mensaje alrededor del mundo. Resumió las bases bíblicas, citó el trabajo misionero hecho a través de la historia de la iglesia y describió la necesidad en las diferentes naciones del mundo. En el mismo año se formo la Sociedad Misionera Bautista, bajo impulso indirecto de
Carey.
Carey se ofreció como voluntario para acompañar al primer misionero de la nueva sociedad, un doctor llamado Juan Thomas. Tras varios contratiempos, llegaron a la India.
Los primeros años de la familia Carey en la India fueron muy difíciles. Uno de sus hijos murió, y la condición mental de la señora Carey sufrio daños irreparables. Después de siete años de ministerio, Carey no tenía ningún convertido.
En el año 1800, Carey se mudó a la ciudad de Serampore, donde tuvo un ministerio más exitoso. Después de tres años,
había 25 convertidos; Carey también cambió su estilo de predicación. En lugar de señalar los errores del hinduismo, Carey predicó la muerte y la resurrección de Cristo.
Carey enfatizó grandemente la traducción de la Biblia. Realizó traducciones de la Biblia completa a seis idiomas, y tradujo porciones bíblicas a casi treinta idiomas más; sin embargo, debido a la rapidez de la traducción, fue necesario revisar casi todas las traducciones posteriormente.
Ademas de dar prioridad a la traducción bíblica, Carey también reconoció la necesidad de levantar una iglesia indígena. Invirtió mucho esfuerzo en la preparación de los nuevos creyentes indios. Al parecer, muchos de los misioneros que siguieron a Carey olvidaron esta lección, y el siglo XIX se conoce como la era de las misiones imperialistas.
Carey tuvo un profundo aprecio por la cultura india, pero también peleó en contra de ciertas costumbres sociales malignas, como el infanticidio, la prostitución infantil y la práctica de quemar vivas a las viudas.
Carey dio mucho valor al trabajo de las mujeres, quienes jugaron un papel crucial en alcanzar a las mujeres indias.
Carey no fue el primero de los misioneros evangélicos, pero su influencia y sus teorías dieron impulso al movimiento moderno de misiones dentro de la iglesia evangélica.
III. Sus palabras
Espera grandes cosas de Dios; intenta grandes cosas para Dios.
Puedo arrastrarme. Puedo perseverar en cualquier actividad. A esto le debo todo.
I. Su vida
Vivió entre 1761-1834.
Nació en la aldea de Paulerspury, Inglaterra; su padre fue maestro de escuela.
A la edad de 14 años se hizo aprendiz de un zapatero; trabajo por varios años en esta capacidad.
Se conoce como el padre de las misiones modernas por su influencia en el desarrollo del movimiento moderno de misiones evangélicas.
Sirvió por cuarenta años como misionero a la India, sin regresar ninguna vez a su hogar en Inglaterra.
Impulsó la fundación de la Sociedad Misionera Bautista; sus escritos sobre la teoría y la práctica misioneras, como también sus prácticas en el ministerio, siguen guiando a las misiones.
II. Su contribución
Como zapatero, empezó a estudiar el Nuevo Testamento y el idioma griego; con sus veinte y pico de años, predicaba en una pequeña iglesia bautista – a dos horas de su casa.
Tenía un interes natural en la geografía y los viajes. Empezó a sentir una carga por las muchas naciones donde no se conocía el evangelio.
En una reunión de pastores en 1786, Carey planteó la cuestión de la Gran Comisión y su aplicabilidad a la era moderna. Durante su día, lastimosamente, la mayoría de los creyentes pensaba que la Gran Comisión había sido solamente para los apostoles. El planteamiento de Carey no fue aceptado en este momento.
En 1792 publicó su libro sobre la responsabilidad de la iglesia de llevar el mensaje alrededor del mundo. Resumió las bases bíblicas, citó el trabajo misionero hecho a través de la historia de la iglesia y describió la necesidad en las diferentes naciones del mundo. En el mismo año se formo la Sociedad Misionera Bautista, bajo impulso indirecto de
Carey.
Carey se ofreció como voluntario para acompañar al primer misionero de la nueva sociedad, un doctor llamado Juan Thomas. Tras varios contratiempos, llegaron a la India.
Los primeros años de la familia Carey en la India fueron muy difíciles. Uno de sus hijos murió, y la condición mental de la señora Carey sufrio daños irreparables. Después de siete años de ministerio, Carey no tenía ningún convertido.
En el año 1800, Carey se mudó a la ciudad de Serampore, donde tuvo un ministerio más exitoso. Después de tres años,
había 25 convertidos; Carey también cambió su estilo de predicación. En lugar de señalar los errores del hinduismo, Carey predicó la muerte y la resurrección de Cristo.
Carey enfatizó grandemente la traducción de la Biblia. Realizó traducciones de la Biblia completa a seis idiomas, y tradujo porciones bíblicas a casi treinta idiomas más; sin embargo, debido a la rapidez de la traducción, fue necesario revisar casi todas las traducciones posteriormente.
Ademas de dar prioridad a la traducción bíblica, Carey también reconoció la necesidad de levantar una iglesia indígena. Invirtió mucho esfuerzo en la preparación de los nuevos creyentes indios. Al parecer, muchos de los misioneros que siguieron a Carey olvidaron esta lección, y el siglo XIX se conoce como la era de las misiones imperialistas.
Carey tuvo un profundo aprecio por la cultura india, pero también peleó en contra de ciertas costumbres sociales malignas, como el infanticidio, la prostitución infantil y la práctica de quemar vivas a las viudas.
Carey dio mucho valor al trabajo de las mujeres, quienes jugaron un papel crucial en alcanzar a las mujeres indias.
Carey no fue el primero de los misioneros evangélicos, pero su influencia y sus teorías dieron impulso al movimiento moderno de misiones dentro de la iglesia evangélica.
III. Sus palabras
Espera grandes cosas de Dios; intenta grandes cosas para Dios.
Puedo arrastrarme. Puedo perseverar en cualquier actividad. A esto le debo todo.