PASTOR TONY HANCOCK
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El gozo de la Navidad

12/22/2019

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  • ¿Qué significa la Navidad para ti?  ¿Significa felicidad, alegría, festejo?  ¿O significa, más bien, tristeza, depresión y dolor?  Puede significar diferentes cosas en diferentes momentos.  Puede ser un tiempo de alegría y de celebración, pero también se puede convertir en motivo de tristeza.
  • Mi papá falleció unas tres semanas después de la Navidad, hace varios años ya.  Durante sus últimas semanas de vida, mi madre y yo pasábamos tiempo con él en el hospital y recordábamos nuestra vida juntos mientras hacíamos los arreglos para su funeral. 
  • La mezcla de tristeza y nostalgia que sentía chocaba con los villancicos alegres y las canciones frívolas que celebraban a hombrecitos de nieve y caminatas por el bosque.  Los adornos festivos y las luces centelleantes sólo me irritaban, porque contradecían la oscura tristeza de mi corazón.
  • Ciertamente la alegría de la temporada navideña no siempre se refleja en nuestros sentimientos.  Detrás de esos sentimientos encontrados, sin embargo, podemos descubrir en la Navidad un motivo de verdadero gozo.  No se trata simplemente del festejo, de los adornos o de los regalos.  En la venida de Jesucristo al mundo descubrimos el verdadero gozo.  Este gozo dura cuando la tristeza y la felicidad van y vienen.  La Navidad trae gozo porque significa que Dios está obrando para restaurar.
  • Siglos antes de que llegara la Navidad, Dios anunció el gozo que nos traería.  El pecado ha dejado a este mundo seco y enfermo.  ¿Sientes a veces que tu corazón está seco?  ¿Ves la enfermedad que afecta, no sólo los cuerpos, sino las almas de las personas?  En medio de esa sequedad, dice Dios, la venida de Jesús trae abundancia.  A la enfermedad, la venida de Jesús trae sanidad.
  • Leamos la profecía de su venida en Isaías 35:1-10.  Mientras leemos estos versículos, quiero invitarte simplemente a imaginar las escenas que describen.  Luego hablaremos de su significado.  Primero, paséate por estos lugares en tu mente.
Se alegrarán el desierto y el sequedal; se regocijará el desierto y florecerá como el azafrán.
2 Florecerá y se regocijará: ¡gritará de alegría!  Se le dará la gloria del Líbano, y el esplendor del Carmelo y de Sarón.  Ellos verán la gloria del Señor, el esplendor de nuestro Dios.
3 Fortalezcan las manos débiles, afirmen las rodillas temblorosas;
4 digan a los de corazón temeroso: «Sean fuertes, no tengan miedo.  Su Dios vendrá, vendrá con venganza; con retribución divina vendrá a salvarlos».
5 Se abrirán entonces los ojos de los ciegos y se destaparán los oídos de los sordos;
6 saltará el cojo como un ciervo, y gritará de alegría la lengua del mudo.  Porque aguas brotarán en el desierto, y torrentes en el sequedal.
7 La arena ardiente se convertirá en estanque, la tierra sedienta en manantiales burbujeantes.  Las guaridas donde se tendían los chacales serán morada de juncos y papiros.
8 Habrá allí una calzada que será llamada Camino de santidad.  No viajarán por ella los impuros ni transitarán por ella los necios; será solo para los que siguen el camino.
9 No habrá allí ningún león, ni bestia feroz que por él pase; ¡Allí no se les encontrará! ¡Por allí pasarán solamente los redimidos!
10 Y volverán los rescatados por el Señor, y entrarán en Sión con cantos de alegría, coronados de una alegría eterna.  Los alcanzarán la alegría y el regocijo, y se alejarán la tristeza y el gemido.  (NVI)
  • Dios promete obrar para traer restauración.  Él declara que lo seco florecerá.  El desierto se convertirá en un jardín.  Como las flores de la primavera que salen de lo seco, nueva vida surgirá donde no había nada.  Por la gloria de Dios, los arenales se convertirán en verdes bosques.
  • Al mencionar esto, nos preguntamos: ¿cuándo sucederá todo esto?  ¿Cuándo se convertirá el desierto en un jardín?  ¿Cuándo vendrá la sanidad?  Miramos el mundo que nos rodea, y parece estar muy seco.  Hay mucha enfermedad, del cuerpo y del alma.  ¿Cuándo traerá Dios esta maravillosa restauración?
  • Cuando tomamos en cuenta lo que nos enseña toda la Biblia, aprendemos algo importante acerca de la manera en que Dios obra.  Descubrimos que esta restauración viene de manera progresiva.  En otras palabras, Dios no siempre obra de una manera decisiva y tajante.  Muchas veces, él trabaja paso a paso.
  • El primer paso en esta restauración lo vieron los judíos que regresaron del exilio, unos doscientos años después de que Isaías pronunció esta profecía.  Ellos vieron el comienzo de la restauración.  La plenitud del cumplimiento, sin embargo, no llegó hasta la venida de Jesús.  Fue sólo en su ministerio que se abrieron los ojos de los ciegos, que los sordos oyeron y que los cojos saltaron.
  • Jesús es el que trae la plena restauración que Dios promete.  No podemos ser restaurados aparte de él.  Sin embargo, todavía quedan cosas por cumplirse.  Aún no hemos visto lo que menciona el verso 4, la venganza de nuestro Dios.  Él no ha castigado plenamente la maldad de los incrédulos, porque les está dando más tiempo para arrepentirse.  Eso sucederá cuando Jesús regresa, en su segunda venida.
  • Si Dios está trabajando para traer restauración, y si esa restauración sólo llega plenamente por medio de Jesús, esto significa que tú puedes experimentar la obra restauradora de Dios en tu vida también.  Tu corazón seco puede florecer.  Tu familia enferma puede ser sanada.  Tu vida vacía puede llenarse de la gloria de Dios, por medio de su Hijo Jesucristo.
  • El regreso de los judíos de su cautiverio fue un destello, un pequeño comienzo de este cumplimiento.  Del mismo modo, la restauración de Dios brilla como un destello cada vez que una vida o una familia es restaurada.  Son anticipos de esa restauración final y completa que sucederá cuando Jesús regrese.  El verdadero gozo de la Navidad viene de esos destellos de la restauración que vemos ahora, y la promesa de la restauración final.
  • Si quieres ver esa restauración, tienes que buscar a Jesús.  Si algo está mal en tu vida, no lo trates de resolver sin la ayuda de Jesús.  Si tu familia no está bien, busca la ayuda de Jesús.  Sólo él puede traer verdadera restauración.  Nada ni nadie más lo hará.  Comienza a orar.  Pon tu confianza en él.  Esfuérzate por obedecer lo que él te enseña. 
  • Como dice el verso 5, Fortalezcan las manos débiles, afirmen las rodillas temblorosas; digan a los de corazón temeroso: Sean fuertes, no tengan miedo.  Su Dios vendrá.  A veces nos olvidamos de que Dios obra paso a paso, y nos rendimos.  Tiramos la toalla.  Buscamos soluciones humanas.  ¡No te rindas!  Dios está obrando.  Su obra es la única fuente de verdadero gozo.
  • Vemos aquí mismo en la iglesia los frutos de la restauración de Dios.  Vemos vidas que han sido transformadas por el evangelio.  Vemos familias restauradas por el poder de Jesús.  No tengo que mencionar nombres, porque ustedes conocen los testimonios.  Si estamos viendo la manera en que Dios obra para restaurar, no nos detengamos.  ¡Mantengamos nuestra confianza puesta en él!
  • Pero quiero que observes algo acerca de ese camino de restauración.  El verso 8 nos dice que su nombre será Camino de santidad.  Ese camino no es para los impuros ni para los necios.  Ese camino que lleva a la alegría de la presencia de Dios es para los redimidos, los que han sido rescatados por el Señor.
  • El camino de restauración es también un camino de santidad.  En otras palabras, no podemos buscar la verdadera vida y el verdadero gozo mientras abrazamos también el pecado.  De hecho, el pecado causa toda la sequedad y enfermedad que nos destruyen.  No podemos amar al pecado y buscar a Dios al mismo tiempo.
  • Salió en las noticias la historia de una mujer que tenía como mascota un pitón.  La serpiente andaba por su casa, comía con ella y hasta dormía con ella en la cama.  Una noche, sin embargo, el pitón la asfixió.  Siguió sus instintos de animal.  Si nosotros queremos abrazar el pecado, si queremos jugar con él, lo mismo nos sucederá.  Por más divertido que parezca el pecado, al final nos ahogará.
  • Si neciamente nos aferramos a la desobediencia en lugar de someternos a Dios por fe, no podemos experimentar su restauración en nuestras vidas.  En cambio, cuando nos acercamos a él con un corazón arrepentido, encontramos su perdón y su restauración.  Debes entender algo muy importante acerca de los redimidos, los rescatados del Señor.
  • Los redimidos no son los que nunca han pecado.  Si así fuera, el camino de restauración estaría vacío, porque todos han pecado.  Más bien, los redimidos son los que han aceptado la paga que Jesús entregó por sus pecados.  Son los que se han entregado de corazón a él y han recibido su perdón por la fe.  Son los que han dejado de justificarse a sí mismos y han tomado la mano de Jesús para que él los rescate.  Estos son los que descubren el verdadero gozo de la restauración.
  • La celebración navideña puede despertar sentimientos encontrados en nuestros corazones, pero el significado de la Navidad trae verdadero gozo cuando lo entendemos.  En esta Navidad, y en todo el año, no te pierdas el gozo que sólo Jesús te puede dar.  Entrégale tu vida y tu corazón.  Anda por su camino de santidad.  Así verás su restauración, ahora y en la eternidad.  Su gozo te espera.
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