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El mejor regalo

12/19/2021

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  • A cierto hombre rico le gustaba sorprender a todos con sus regalos de Navidad. Siempre encontraba la cosa más estrafalaria para regalar. Otros podían dar corbatas, calcetines o libros. Él regalaba clases de paracaidismo o plantas exóticas.
  • Un año, decidió que se iba a superar. Gastó una enorme suma en un pájaro de una especie muy extraña que hablaba cinco idiomas y podía cantar las mañanitas parado en un solo pie. Aunque le costó mucho dinero, consideró que valía cada centavo si lograra sorprender a su padre, a quien se lo iba a regalar. Sería el mejor regalo – un regalo totalmente inolvidable.
  • Envió el regalo especial a su padre. Una semana después de la Navidad, lo llamó para ver cómo le había gustado el regalo. ¿Cómo te pareció el pájaro que te regalé? Así le preguntó a su padre. Su padre le contestó, Fue delicioso.
  • ¡Seguramente fue un regalo inolvidable, pero más para el que lo dio! Pensó más en lo que él quería, en lugar de tomar en cuenta los deseos de la persona que recibiría el regalo. Quizás tú alguna vez recibiste un regalo que no fue exactamente lo que querías. Te contentaste con el comentario: Lo que importa es el pensamiento.
  • Muchas veces, esto es cierto; pero el mejor regalo es el que realmente satisface al que lo recibe. En esta temporada de Navidad se dan y se reciben muchos regalos; pero hay un regalo que supera a todos, un regalo que satisface las necesidades más profundas del que lo recibe, un regalo que es el mejor regalo de todos. Vamos a leer acerca de este regalo en Juan 3:16-17.
  • Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna. Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para salvarlo por medio de él.
  • El mejor regalo que jamás se ha dado o se dará es el regalo que Dios ha hecho a la humanidad, enviando a su Hijo único a nosotros. Jesús es el mejor regalo, el regalo de amor que Dios nos ha dado. Hoy veremos tres razones que Jesús es el mejor regalo, razones por las que debemos de aceptarlo.
  • En primer lugar, Jesús es el mejor regalo porque costó lo máximo. Cuando recibimos un regalo, su valor se mide según el sacrificio que costó al dador. Si un niño se esfuerza y trabaja para comprarle a su mamá algo pequeño, lo apreciará mucho más que si su esposo le regala la misma cosa. Representa un sacrificio mucho más grande.
  • El sacrificio que cuesta el regalo demuestra el amor que tiene el dador. El regalo que nuestro Padre celestial nos ha dado le costó su posesión más apreciada: la vida de su único y amado Hijo.
  • El nacimiento del Niño que celebramos en esta temporada navideña representa mucho más que la simple llegada de un gran maestro o profeta. Cuando Jesús nació, Dios mismo se hizo hombre. Dejó las glorias del cielo para sentir y sufrir todo lo que nosotros vivimos.
  • Cuando él nació, su Padre ya sabía cuál sería su destino. Sabía que sufriría la separación de su Hijo cuando muriera en la cruz. Sabía que tendría que sufrir el rechazo y el odio de su propio pueblo. Cuando el niño Jesús dormía en el pesebre, su futuro ya estaba asegurado; entregaría su propia vida a nuestro favor.
  • Es por esta razón que dice nuestro pasaje, tanto amó Dios al mundo. El amor de Dios fue tan grande que no escatimó a su propio hijo, sino que lo entregó libremente por nosotros. Cuando vemos lo que el Padre sacrificó por enviar a su Hijo, nos damos cuenta de que Jesús es el mejor regalo porque costó lo máximo.
  • En segundo lugar, Jesús es el mejor regalo porque satisface nuestra necesidad.
  • Quizás hayas participado en un intercambio de regalos ridículos. Esto sucede cuando cada persona trae envuelto como regalo algún objeto inútil que tiene en la casa, y los participantes se turnan para escoger un regalo y abrirlo.
  • Fue una diversión favorita en mi niñez. Recuerdo una ocasión en que, a un maestro de la escuela que era calvo, le regalaron un peine. Era el regalo más ridículo e inútil que se podría imaginar. Jesús es todo lo contrario a un regalo ridículo. Es el regalo que satisface perfectamente nuestra necesidad. Es el regalo de amor que Dios le da al mundo.
  • La palabra “mundo” se usa con varios sentidos en el Nuevo Testamento, pero aquí tiene un sentido negativo. El mundo es la humanidad en su rebelión contra Dios. Vemos lo increíble que es el amor de Dios, pues amó a quienes lo aborrecían y hacían todo lo posible por rebelarse contra él.
  • A este mundo, condenado por su propia desobediencia y abandono de Dios, el Padre envió a su Hijo para traer la salvación. Dios no envió al Hijo para condenar al mundo, sino para salvarlo.
  • Con todo derecho Dios pudo haber enviado a Jesús con el propósito de exterminar a la humanidad. En vez de nacer como bebé en un pesebre, pudo haber venido con miles de ángeles para destruir en un momento toda vida en este planeta.
  • En vez de hacer esto, sin embargo, Dios eligió ofrecernos la oportunidad de escapar la condenación que es nuestro merecido. Él nos da una salida, por medio de Jesús. Lo que Cristo nos ofrece es lo que más necesitamos: el perdón de nuestros pecados, la libertad de la culpa de nuestros pecados, la reconciliación con Dios.
  • Quizás no te hayas dado cuenta de que realmente necesitas esta salvación. Quizás crees que ya estás bien con Dios. Si así crees, estás en un grave error. El verso 18 dice esto: El que cree en él no es condenado, pero el que no cree ya está condenado por no haber creído en el nombre del Hijo unigénito de Dios. Si no has creído en Cristo para la salvación, estás condenado.
  • En cambio, si aceptas su oferta de salvación, si te arrepientes de tu pecado y te entregas a él, recibirás su perdón instantáneamente. Jesús es el mejor regalo porque satisface nuestra necesidad.
  • En tercer lugar, Jesús es el mejor regalo porque todos lo pueden recibir.
  • En cada familia que consiste en más de un hermano existe siempre el problema de los regalos desiguales. Si la hermanita mayor recibe un regalo un poquito más caro del que recibe su hermano, empiezan de inmediato las quejas. ¡Ustedes no me quieren! ¿Por qué le dieron más a ella?
  • Dios no tiene favoritismos, como algunos padres los tienen. El regalo que él ha dado a la humanidad es para todos. Nunca se agotará, nunca se terminará, nunca será insuficiente.
  • Cristo es el mejor regalo porque todos lo pueden recibir. Dice el pasaje que estudiamos, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna. La promesa no es para algunos, o para la mayoría, o para los preferidos. Es para todos.
  • Pero tenemos que ver quiénes son esos todos. La Biblia no nos dice que es para todos sin condición. La condición se menciona: todos los que creen reciben este regalo.
  • El regalo de la salvación por medio de Cristo Jesús es como cualquier otro regalo. Se tiene que aceptar. Si tú no quieres aceptar el regalo por alguna razón, no te beneficiarás de él.
  • Yo podría poner diez dólares aquí en el púlpito, pero si no te levantas para recogerlos, no los podrás gastar. No te servirán de nada. Quizás te gusta la comodidad de tu silla. Quizás crees que no son de verdad. Quizás piensas que es un truco. En cualquier caso, si no recibes el regalo, no te beneficiará.
  • Así es con Cristo. El entra a nuestra vida como un regalo. No lo tenemos que ganar. Lo que tenemos que hacer es recibirlo. Si no lo recibimos, si no empezamos una relación con él, si no ponemos nuestra confianza en él, entonces nos perdemos el regalo.
  • La buena noticia es que la fe es la única condición. Pero tienes que entender qué es la fe. La fe no es sólo creer que algo es verdad. No es sólo estar de acuerdo en que Jesús existe. Más bien, es un compromiso.
  • Tener fe en Cristo Jesús es creer lo que la Biblia dice acerca de él. Si tú lo crees, reconocerás que él merece ser el Señor de tu vida. Empezarás a preguntarte qué es lo que él quiere, en vez de simplemente seguir tu propia dirección en la vida.
  • Tener fe es más que saber datos de la vida de Jesús. Es una entrega total. La buena noticia es que cualquier persona puede tomar esa decisión, y así recibir el regalo de la presencia de Cristo en su vida, el perdón de Cristo por sus pecados y el placer de ver obrar a Cristo en su diario caminar.
  • Yo no sé cuáles regalos recibirás durante esta temporada. Espero, sin embargo, que más allá de las corbatas o los juguetes, recibas el mejor regalo, el regalo más importante, el regalo de la presencia de Cristo en tu vida.
  • En este momento, Cristo está presente donde tú estás. Él quiere entrar en tu corazón. Él quiere darte vida eterna, compartir contigo su vida y darte una razón para vivir. Si deseas recibir este regalo, no esperes más. Ora para invitarle a Cristo a entrar en tu corazón hoy.
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