PASTOR TONY HANCOCK
  • Inicio
  • Contacto
  • Preguntas al Pastor
    • Pablo vs. Santiago
    • Los Salmos
    • El Urim
    • La Circuncisión
    • ¿Matrimonio sacramento?
    • Los 144.000
    • Bautismo en el Espíritu
    • ¿Fríos o calientes?
    • El Viagra
    • El Alcohol
    • Pan de la Proposición
    • Orden de las Apariciones
    • El Trigo y la Cizaña
    • ¿A dónde van los Muertos?
    • La Virgen María
    • La Blasfemia contra el Espíritu Santo
    • ¿Por qué hay tantas iglesias?
    • ¿Debe el pastor también ser evangelista?
    • ¿Quién es la Roca?
    • Isaías 11
    • La Loteria
    • La Sabiduría de los Animales
    • El Perdón de Dios
    • La Cremación
    • La Autoridad Pastoral
    • La Masturbación
    • La Injusticia de la Vida
    • Las Relaciones y la Voluntad de Dios
    • Jesús: ¿Fue Dios en la Tierra?
    • El Salario Pastoral
    • Dios castiga o disciplina
    • Jesús y el Dios del AT
    • Los gigantes de Génesis 6
    • Los fantasmas y la Biblia
    • Dios y las mascotas
  • Esperanza
  • Quiénes somos
  • Grandes Personajes
    • Justino Mártir
    • Ireneo
    • Tertuliano
    • Orígenes
    • Atanasio
    • Jerónimo
    • Crisóstomo
    • Agustín
    • Leo
    • Patricio
    • Gregorio
    • Beda
    • Alcuino
    • Anselmo
    • Bernardo de Claraval
    • Francisco de Asís
    • Tomás Aquino
    • Juan Wyclif
    • Juan Hus
    • Martín Lutero
    • William Tyndale
    • Juan Calvino
    • Ignacio de Loyola
    • Menno Simons
    • Casiodoro de Reina
    • Blas Pascal
    • Juan Bunyan
    • Felipe Jacobo Spener
    • Juan y Carlos Wesley
    • Jorge Whitefield
    • Guillermo Carey
    • Carlos G. Finney
    • Carlos Spurgeon
    • D. L. Moody
    • C. S. Lewis
    • Cameron Townsend
    • Billy Graham
  • Humor
  • ABC
    • A History of ABC
  • El sermón semanal

El Señor del billete

1/15/2023

0 Comentarios

 
​
  • ¿Alguna vez te has puesto a examinar los billetes que usas para comprar y vender? Es fácil darlos por hecho y simplemente usarlos sin tomar en cuenta los personajes y dibujos que allí aparecen. Quizás nunca te hayas preguntado: ¿Quién es el señor del billete?
  • En la moneda de los Estados Unidos, es interesante que el valor del billete no corresponde a la importancia del señor que allí aparece. Por ejemplo, en el billete de un dólar, el señor es George Washington. Héroe de la revolución y primer presidente de los Estados Unidos, todos lo conocen.
  • Existe un billete que pocas personas han visto. Vale $10.000. ¿Sabes quién es el señor de ese billete? Es Salmon P. Chase. Este personaje casi desconocido fue presidente del Banco de Reserva a mediados del siglo XIX y luego juez de la Corte Suprema. Aunque pocos lo conocen, su rostro aparece en el billete de mayor valor que circula en los Estados Unidos.
  • Es interesante examinar la moneda para ver quién es el señor del billete, pero hay una pregunta mucho más importante que tenemos que hacernos. ¿Quién es realmente el Señor del billete en nuestras vidas? En otras palabras, ¿quién decide cómo usas tu dinero? Si le has entregado tu vida a Jesús, eso significa que él también debe ser Señor del billete en tu vida. Hoy vamos a ver cuatro buenas costumbres para la vida financiera que nos ayudarán a someter nuestra economía personal a la autoridad de Jesús.
  • La primera buena costumbre es la costumbre de trabajar. Así es que Dios quiere que consigamos el dinero: con esfuerzo y trabajo honrado. Cuando lo hacemos, imitamos a Dios mismo. Génesis 2:2 nos relata el primer día de descanso que se vio en toda la historia: En el séptimo día, Dios cesó todo el trabajo que había hecho en la creación. (PDT)
  • Dios trabajó para hacer el mundo. Aunque lo hizo con simplemente decir la Palabra, su inteligencia y su poder se expresaron en la creación de todo lo que existe. Con su trabajo, Dios dignifica el trabajo del ser humano. El trabajo no es una maldición, sino una bendición. La maldición consiste en los estorbos al trabajo – la mala hierba que crece en el sembrado. Pero el trabajo mismo es bendición.
  • Cuando Jesús vino al mundo, él mismo trabajó. Juan 5:17 nos dice esto: Pero Jesús les respondía: Mi Padre aún hoy está trabajando, y yo también trabajo. (NVI) En el contexto de este versículo, las personas que escuchaban a Jesús comprendieron que él se estaba haciendo igual a su Padre. Declaraba su divinidad. Jesús hace trabajos que sólo Dios puede hacer, porque él es Dios.
  • Sin embargo, como hombre, él también trabajó. Hasta la edad de treinta años, fue carpintero. Trabajó con las manos para apoyar a su madre y sus hermanos. Cuando comenzó su ministerio público, se levantaba de madrugada para orar y trabajaba hasta tarde, enseñando y sanando a las personas. La vida de Jesús fue una vida de trabajo.
  • La vida humana en su plenitud y realización no es una vida de ocio. Es una vida como la que nos demuestra Jesús: con un ritmo de trabajo y descanso. Jesús trabajó duro, pero también se alejó de las multitudes para descansar. El descanso bien merecido después de un trabajo bien hecho es algo muy agradable.
  • Proverbios 12:12 y 14 nos muestran las diferentes maneras en que la gente busca enriquecerse. Dice: Cada ladrón envidia el botín del otro, pero los justos están bien arraigados y dan su propio fruto. Las palabras sabias producen muchos beneficios, y el arduo trabajo trae recompensas. (NTV)
  • Cuando vivimos envidiando lo que otros tienen, nos frustramos y caemos en el mal. En cambio, cuando trabajamos con inteligencia y dedicación, el producto es algo bueno. El malvado siempre busca un atajo para llegar a la prosperidad, pero el justo prospera con trabajo honrado.
  • La primera costumbre que Jesús nos quiere inculcar este año, entonces, es la costumbre del trabajo honrado. Debemos también inculcarles esta costumbre a nuestros hijos, porque no les nacerá. El ocio está muy de moda, pero no trae buenos resultados.
  • La segunda costumbre que mostrará que Jesús es el Señor de nuestro billete es la costumbre de ahorrar. Proverbios 13:11 nos dice esto: El dinero mal habido pronto se acaba; quien ahorra, poco a poco se enriquece. El dinero mal habido que menciona este versículo literalmente es el dinero de vanidad – dinero que llega de repente y sin esfuerzo. El dinero de la lotería es un ejemplo.
  • Este dinero, dice Dios, pronto se acaba. En cambio, cuando trabajamos y ahorramos poco a poco, hacemos una fortuna que no se desvanecerá. Desarrollamos buenas costumbres que nos ayudarán a estirar los fondos y hacer que duren. Esto no es muy popular, pero es bíblico.
  • Si no tienes la costumbre de ahorrar, comienza con algo pequeño. Separa unos $20 cada semana de tu cheque, y deposítalos en una cuenta de banco que te pague intereses. Unos cálculos sencillos nos dicen que, al final de un año, tendrás más de $1.000 que te pueden servir para alguna emergencia o ayudarte a realizar algún proyecto.
  • Una madre decidió que ya era hora de que su hija de diez años tuviera una cuenta de ahorros. Al llegar al banco, la mujer le dijo a la niña que llenara la solicitud. Todo marchaba bien hasta que llegó al espacio que pedía el nombre de su banco anterior. Después de pensar, la niña escribió: Chanchito.
  • ¡Qué buena costumbre tuvieron esta madre y su hija! El ahorro, como tantas cosas buenas, no es divertido en el momento. Mientras separamos el dinero para ahorrarlo, se nos pasan por la mente todas las cosas divertidísimas que podríamos hacer con él. Pero al momento de necesitarlo, es una gran bendición tenerlo. Por eso, Dios nos enseña a ahorrar.
  • La tercera buena costumbre para la vida financiera se encuentra en Eclesiastés 11:1-2. Dice así: Lanza tu pan sobre el agua; después de algún tiempo volverás a encontrarlo. Comparte lo que tienes entre siete, y aun entre ocho, pues no sabes qué calamidad pueda venir sobre la tierra.
  • Estos versículos nos hablan acerca de la inversión. ¿Cuál es la diferencia entre ahorrar e invertir? El ahorro es dinero accesible para alguna necesidad. Generalmente se guarda en una cuenta de banco. La inversión, en cambio, es dinero que se arriesga con la esperanza de que gane más dinero.
  • Por ejemplo, si sabes de mecánica y compras herramientas para tu negocio, esas herramientas representan una inversión para ti. Las vas a usar para poder ganar más dinero. Un terreno, acciones de una compañía o una propiedad para alquilar serían otros ejemplos de inversiones.
  • En el pasaje que leímos, Salomón nos da dos pautas importantes para las inversiones. En primer lugar, las inversiones tienen que ser a largo plazo. No esperes dinero rápido de una inversión. Cuando habla de lanzar tu pan sobre el agua, se refiere a los barcos mercantes que salían con cargas de trigo y otros cereales. No volvían pronto. Con el tiempo, sin embargo, regresaban con ganancias.
  • En segundo lugar, hay que diversificar las inversiones. Reparte entre siete y ocho, dice Salomón, porque no sabes cuál va a dar un buen resultado. Pasarán cosas que tú no esperas, pero no dejes de invertir. Alguna inversión fracasará, pero otra producirá una buena ganancia. Invierte en varias cosas, no sólo en una.
  • Hemos hablado de tres buenas costumbres que nos guiarán bien en nuestra vida económica: la costumbre de trabajar, la costumbre de ahorrar y la costumbre de invertir. Sin embargo, si sólo practicamos esas tres, nos quedaremos a medias. En realidad, estas tres costumbres nos preparan para la cuarta, que es la más importante.
  • La cuarta costumbre es la costumbre de dar. La Biblia nos enseña que tenemos una responsabilidad con Dios, que es el diezmo. A él le pertenece el 10% de nuestros ingresos. En el diezmo hay mucha bendición. Pero nuestra meta no debe ser simplemente diezmar y ya. Cuando manejamos bien el dinero, muchas veces podremos dar más allá del diezmo y ser de bendición para otros.
  • El apóstol Pablo habla de esto en 1 Corintios 16:1-2. En cuanto a la colecta para los creyentes, sigan las instrucciones que di a las iglesias de Galacia. El primer día de la semana, cada uno de ustedes aparte y guarde algún dinero conforme a sus ingresos, para que no se tengan que hacer colectas cuando yo vaya.
  • Pablo habla de una ofrenda especial que recogía para los creyentes necesitados. Esta colecta no era el diezmo que los creyentes en Corinto debían dar a su iglesia local. Era una ofrenda especial. Aquí vemos que debemos dar de manera determinada y en proporción a nuestros ingresos.
  • El niño que da cincuenta centavos trae alegría al corazón de Dios al igual que el adulto que da cincuenta dólares. Cuando vemos una necesidad y nos proponemos ayudar, separando y dando de manera ordenada, Dios se deleita y nos bendice. En lugar de dar una limosna, demos con gratitud y alegría. Cuando trabajamos, ahorramos e invertimos, es mucho más fácil dar con generosidad.
  • Un niño estaba sentado a la mesa dándole a su perrito pedazos de la carne que comía. Su padre le dijo: Hijo, mejor termina de comer y dale a Firulais las sobras. El niño protestó, pero su padre insistía en que tenía que ser así. Al terminar la comida, el niño le dio al perro lo que le quedaba en el plato y le dijo: Aquí tienes, Firulais. Quería darte una ofrenda, pero sólo me queda una limosna.
  • ¿Qué le das a Dios? ¿Le das una ofrenda digna de él? ¿O te conformas con una limosna? Te invito este año a proponerte unas nuevas costumbres en el uso del dinero. Si dejas que Jesús sea el Señor de tu billete, no te prometo que te harás rico. Pero sí puedes saber que él no te dejará, y que al final, lo que te da será de bendición.
0 Comentarios

Tu comentario se publicará después de su aprobación.


Deja una respuesta.

    Archivos

    Enero 2023
    Diciembre 2022
    Noviembre 2022
    Octubre 2022
    Septiembre 2022
    Agosto 2022
    Julio 2022
    Junio 2022
    Mayo 2022
    Abril 2022
    Marzo 2022
    Febrero 2022
    Enero 2022
    Diciembre 2021
    Noviembre 2021
    Octubre 2021
    Septiembre 2021
    Agosto 2021
    Julio 2021
    Junio 2021
    Mayo 2021
    Abril 2021
    Marzo 2021
    Febrero 2021
    Enero 2021
    Diciembre 2020
    Noviembre 2020
    Octubre 2020
    Septiembre 2020
    Agosto 2020
    Julio 2020
    Junio 2020
    Marzo 2020
    Febrero 2020
    Enero 2020
    Diciembre 2019
    Noviembre 2019
    Octubre 2019
    Septiembre 2019
    Agosto 2019
    Julio 2019
    Junio 2019
    Mayo 2019
    Abril 2019
    Marzo 2019
    Febrero 2019
    Enero 2019
    Diciembre 2018
    Noviembre 2018
    Octubre 2018
    Septiembre 2018
    Agosto 2018
    Julio 2018
    Junio 2018
    Mayo 2018
    Abril 2018
    Marzo 2018
    Febrero 2018
    Enero 2018
    Diciembre 2017

    Canal RSS

  • Inicio
  • Contacto
  • Preguntas al Pastor
    • Pablo vs. Santiago
    • Los Salmos
    • El Urim
    • La Circuncisión
    • ¿Matrimonio sacramento?
    • Los 144.000
    • Bautismo en el Espíritu
    • ¿Fríos o calientes?
    • El Viagra
    • El Alcohol
    • Pan de la Proposición
    • Orden de las Apariciones
    • El Trigo y la Cizaña
    • ¿A dónde van los Muertos?
    • La Virgen María
    • La Blasfemia contra el Espíritu Santo
    • ¿Por qué hay tantas iglesias?
    • ¿Debe el pastor también ser evangelista?
    • ¿Quién es la Roca?
    • Isaías 11
    • La Loteria
    • La Sabiduría de los Animales
    • El Perdón de Dios
    • La Cremación
    • La Autoridad Pastoral
    • La Masturbación
    • La Injusticia de la Vida
    • Las Relaciones y la Voluntad de Dios
    • Jesús: ¿Fue Dios en la Tierra?
    • El Salario Pastoral
    • Dios castiga o disciplina
    • Jesús y el Dios del AT
    • Los gigantes de Génesis 6
    • Los fantasmas y la Biblia
    • Dios y las mascotas
  • Esperanza
  • Quiénes somos
  • Grandes Personajes
    • Justino Mártir
    • Ireneo
    • Tertuliano
    • Orígenes
    • Atanasio
    • Jerónimo
    • Crisóstomo
    • Agustín
    • Leo
    • Patricio
    • Gregorio
    • Beda
    • Alcuino
    • Anselmo
    • Bernardo de Claraval
    • Francisco de Asís
    • Tomás Aquino
    • Juan Wyclif
    • Juan Hus
    • Martín Lutero
    • William Tyndale
    • Juan Calvino
    • Ignacio de Loyola
    • Menno Simons
    • Casiodoro de Reina
    • Blas Pascal
    • Juan Bunyan
    • Felipe Jacobo Spener
    • Juan y Carlos Wesley
    • Jorge Whitefield
    • Guillermo Carey
    • Carlos G. Finney
    • Carlos Spurgeon
    • D. L. Moody
    • C. S. Lewis
    • Cameron Townsend
    • Billy Graham
  • Humor
  • ABC
    • A History of ABC
  • El sermón semanal