Prepárate para lo que viene• La avalancha glaciar más mortal de la historia sucedió en 1970, en el pueblo de Yungay, Perú. Un terremoto desestabilizó un glaciar y una masa de nieve en el Huascarán, la montaña más alta del país. La avalancha se desplomó sobre Yungay, matando a más de 15.000 personas.
• Podría parecer una catástrofe inesperada, un desastre inevitable. Sin embargo, ocho años antes, un equipo de investigadores de una institución norteamericana había observado que una enorme losa de roca estaba propensa a colapsar repentinamente. Su informe se publicó en el periódico Expreso en septiembre de 1962. • Las autoridades locales ordenaron que se retirara el informe. Declararon que cualquier ciudadano que repitiera la información sería culpable de perturbar la tranquilidad pública. Como resultado, no se hizo nada para evacuar la ciudad. El evento fue previsto, pero nadie se preparó. • Hay otro evento que se aproxima. Este evento será mucho más grave que cualquier desastre natural. Es más, ha sido anunciado una y otra vez. Sin embargo, hay quienes se esfuerzan por negarlo y hacernos ignorar su venida. No se trata de autoridades humanas, sino de poderes espirituales que nos quieren engañar. • Este evento es el juicio final. Dios lo ha anunciado en su Palabra desde hace miles de años. Sin embargo, muchas personas viven como si nunca viniera un juicio. Dios no quiere que este evento nos tome por sorpresa. Por eso, nos ha dicho exactamente cómo sucederá. ¿Estás preparado para ese día? Veamos cómo será. Se describe en Apocalipsis 20:11-15. • Luego vi un gran trono blanco y a alguien que estaba sentado en él. De su presencia huyeron la tierra y el cielo, sin dejar rastro alguno. Vi también a los muertos, grandes y pequeños, de pie delante del trono. Se abrieron unos libros y luego otro que es el libro de la vida. Los muertos fueron juzgados según lo que habían hecho, conforme a lo que estaba escrito en los libros. El mar devolvió sus muertos, la muerte y sus dominios devolvieron los suyos; entonces cada uno fue juzgado según lo que había hecho. La muerte y sus dominios fueron arrojados al lago de fuego. Este lago de fuego es la muerte segunda. Aquel cuyo nombre no estaba escrito en el libro de la vida era arrojado al lago de fuego. • Al final de la historia humana, Jesús se sentará sobre un gran trono. Este trono será blanco, porque su juicio es perfectamente puro y justo. No habrá ningún soborno ni injusticia ese día. Su presencia será tan espeluznante que la creación misma huirá de su presencia. Los únicos que quedarán serán los seres humanos, todos los que hayan vivido, que estaremos de pie delante de su trono. • ¿Dónde nos podremos esconder? ¡Si la creación misma desaparecerá! Estaremos allí solos delante de Jesús para ser juzgados por lo que hayamos hecho. Nadie se escapará de ese juicio. No importa dónde hayas muerto – en la tierra, en el mar o en el aire. Dios te resucitará para que estés presente. • En ese momento se abrirán los libros. Allí quedará escrito todo lo que hayamos hecho – todo lo bueno y todo lo malo. Cada persona será juzgada según sus obras. Allí se hará perfecta justicia. La persona que se haya escapado de la justicia aquí en la tierra será condenada ese día. Los malvados que hayan muerto sin sufrir aquí recibirán su merecido allá. • ¿Qué dirás en aquel día? Dios tiene apuntado todo lo que hayas hecho, todo lo que hayas dicho y todo lo que hayas pensado. La Biblia declara que todos hemos pecado. No hay un solo justo, ni siquiera uno, declara Romanos 3:10. Si crees que saldrás justificado ese día porque has hecho algunas cosas buenas, te encontrarás con una desagradable sorpresa. Lo bueno que hemos hecho no alcanza a borrar nuestras malas acciones. • Sólo hay una forma de salir justificado ese día. El verso 15 lo dice. Sólo podremos salir libres si nuestro nombre está escrito en el libro de la vida. Dios tiene un registro de todos los que reciben su salvación. Los libros que describen nuestros hechos sólo nos pueden condenar. Pero si tu nombre está escrito en el libro de la vida, estarás a salvo. • Ese libro de la vida es el libro del Cordero, como lo declara Apocalipsis 21:27. Si tu nombre está escrito allí, es porque Jesús allí lo tiene escrito. Si de corazón te entregas a él y lo demuestras viviendo para él, puedes saber que tu nombre está escrito allí. No hay ninguna otra manera. • En Filipenses 4:3, el apóstol Pablo menciona a varios colaboradores suyos. Luego, dice que sus nombres están escritos en el libro de la vida. ¿Cómo lo sabía Pablo? Él no había visto el libro de la vida. Más bien, estos colaboradores suyos daban testimonio de su fe en Jesucristo porque lo servían fielmente. Creían de corazón en Jesús, y sus vidas daban evidencia de su fe. • ¿Estás preparado para ese día? Lo más importante que puedes hacer en la vida es prepararte para el juicio final. Es más importante que casarte con la persona correcta. Es más importante que escoger una buena carrera. Es más importante que comprar una casa. Lo que haces con Cristo determinará tu destino eterno. Con su muerte en la cruz compró tu perdón, pero la tienes que recibir por fe. • ¿Te has entregado de veras a Cristo? ¿Has puesto toda tu confianza en él y en lo que hizo por ti en la cruz? ¿Le sigues cada día? Si te has entregado de corazón a Cristo, tu vida dará evidencia de tu transformación. Por favor, no salgas de aquí sin estar seguro de que le hayas dado tu vida a Jesús. • Ese trono de juicio no sólo determinará el destino eterno de cada persona. También servirá para determinar las recompensas que recibiremos. 2 Corintios 5:10 dice esto: Porque es necesario que todos comparezcamos ante el tribunal de Cristo para que cada uno reciba lo que le corresponda, según lo bueno o malo que haya hecho mientras vivió en el cuerpo. • Aquí el apóstol Pablo escribe a creyentes. Este no es el juicio para la salvación, sino el juicio para las recompensas que tendremos en la eternidad. La Biblia nos habla de coronas que recibiremos por lo que hayamos hecho durante el tiempo que vivamos en esta tierra. Todo lo que hagamos por servir al Señor en esta vida tendrá su recompensa. • Algunos entrarán al cielo de panzazo. Otros entrarán con una copa que rebosa de bendiciones. ¿Cómo quieres entrar tú? Dios ve cada cosa que haces para servirle. Cada cosa que haces por fe en Jesús tiene su recompensa. Compartir el evangelio, ayudar al necesitado, servir en la iglesia, llevar una vida de honestidad y bondad – todas estas cosas serán recompensadas. • Una familia en Nueva York compró un plato hondo en una venta de garaje por tres dólares. Les pareció bonito el diseño. Luego se enteraron de que tenía mil años y valía más de 2 millones de dólares. Piensa cómo se habrá sentido el dueño anterior que vendió un tesoro por tres dólares. • Eso es lo que hacemos nosotros, sin embargo, cuando vendemos nuestra vida tan preciosa a cambio de cosas que no valen la pena. En lugar de servir a Cristo, perdemos el tiempo en distracciones y diversiones que no traen nada de provecho. Un solo día en el cielo hará que todo costo aquí en la tierra valga la pena. No desperdicies tu vida. Prepárate ahora para el juicio final.
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